Nadie mejor que el Negro Quinteros para comprender que en el fútbol todo cambia repentinamente, y que los gratos momentos no son permanentes. El Negro tuvo que peregrinar en reiteradas ocasiones por el camino de los sinsabores, por eso sabe a la perfección que la fama es puro cuento. "En los últimos años tuve más tristezas que alegrías en el fútbol, pero por suerte este aprendizaje me permite hoy disfrutar con tranquilidad este presente, con mi familia y mis seres queridos, quienes fueron los que evitaron que sufra en soledad cuando tuve que irme o no era tenido en cuenta. Cuando las cosas te van bien hay que acordarse de los malos momentos para encontrar el equilibrio", reflexiona el volante central auriazul. -El exitismo provoca ingratitud y también hipocresía, ¿cómo incide esto en un jugador que conoce los vaivenes del fútbol? -El fútbol es así en todos los lugares donde se vive con intensidad. Lo importante es aprender a mantener el equilibrio y entender que son las reglas del juego, claro que esto te lleva un tiempo, porque los periodistas con sus opiniones suben o bajan a un futbolista, y hoy a mí esto ya no me molesta, porque cada uno hace su trabajo. Hace cuatro meses ningún periodista me llamaba ni siquiera para saludarme, mucho menos para hacer una nota. En cambio ahora me la paso hablando con la prensa. Pero esto es así, la requisitoria de los medios gira en torno a quienes juegan bien, y uno vive del fútbol y tiene la obligación de aprender a convivir con el ambiente del fútbol. -Y hasta hubo ocasiones en las que te molestaste por algunos puntajes con los que te calificó la prensa. -Sí, pero eso fue hace un tiempo. Ahora ya no me fastidio. Hoy me acuerdo de una vez que discutí con un periodista radial, porque yo salí de la cancha convencido de que había jugado bien y después lo escucho que me puso un cuatro, y eso me produjo amargura. Pero el tiempo te hace madurar y aprendés a convivir con todo eso. Igual ahora no escucho demasiado y tampoco leo mucho, no obstante mi vieja es la que se encarga de leer y escuchar. -¿Ni siquiera en este tu mejor momento te interesás en lo que reflejan los medios? -No, menos que menos. Prefiero seguir con mi rutina. -¿Es muy difícil para un jugador decir todo lo que piensa y no tener la obligación de contenerse? -Yo soy frontal tanto en el fútbol como en lo privado, pero también aprendí a decir las cosas con inteligencia, eligiendo el momento y cuidando las formas para no lastimar a las otras personas.
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