Independiente aprovechó mejor los momentos propicios para desequilibrar el clásico y, cuando el trámite le quedó para definir de contraataque, aplastó por 4 a 1 a un Racing que pagó la goleada con silbidos de su público.
Ríos, Silvera y Montenegro en dos ocasiones anotaron los goles de Independiente y Romero marcó el único de la Academia en un intenso clásico jugado por primera vez en el estadio Monumental. Milito, el de Independiente, y Estévez vieron la tarjeta roja.
Si bien la diferencia en el marcador puede parecer excesiva fue Independiente el que mostró mayor volumen de juego, el que se sobrepuso mejor a los momentos difíciles y el que aprovechó al máximo las situaciones que creó.
El trío Insúa-Montenegro-Guiñazú fue el que dictó los designios del partido desde el comienzo, imprimiéndole ritmo al juego sobre un piso resbaloso, mientras todos presionaban a Racing para ensuciarle la salida.
Para colmo, a Racing, la prematura salida de Diego Milito por lesión, le quitó sorpresa y movilidad. Ese predominio de los rojos se cristalizó cuando Silvera se filtró en la insegura defensa local y cruzó la pelota rasante para la llegada de Ríos por el lado opuesto para que decretara el 1 a 0.
La expulsión infantil de Gabriel Milito, por infracción en la media cancha, rápidamente subsanada por el entrenador Américo Gallego con los cambios posicionales, sugirió un cambio en la historia del partido, mucho más cuando Romero empató con golpe de cabeza, tras previo tiro libre de Peralta desviado apenas de taco por Belloso.
Y si bien Racing pasó a controlar el terreno, dejó ver grietas en el fondo que Independiente capitalizó al máximo. Esta vez encaró Montenegro por la derecha, cruzó la pelota al otro lado y Silvera, ganando en velocidad, acomodó el derechazo para poner el 2 a 1.
Cuando Racing se vio reducido también a diez jugadores por expulsión de Estévez, que se ganó la segunda amarilla por fuerte infracción contra Guiñazú, el partido le quedó servido a Independiente, que en cada contraataque en la desierta defensa racinguista era un preanuncio de gol.
Racing iba pero sin profundidad, e Independiente contestaba con mucho peligro. A los 31', Montenegro, el más claro de la cancha, definió el pleito cuando clavó el tercero. La jugada arrancó con una pelota robada por Castagno Suárez por izquierda -un sector descuidado por Racing-, alargó para Silvera y el comodorense la cruzó para la llegada de Montenegro para definir.
A los 38', llegó la frutilla del postre en una jugada calcada aunque con otros protagonistas. Esta vez escapó Domínguez por la izquierda y la cruzó para que llegara otra vez Montenegro para definir.
Aunque puede ser exagerado el 4 a 1, Independiente no dejó dudas en cuanto a cuál de los dos fue mejor. Racing no pudo aprovechar los tramos propicios y se fue envuelto en silbidos. (DyN)
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La Ciudad
