Santa Fe. - Las acusaciones por presuntos hechos de abuso de poder y corrupción de menores contra el arzobispo de Santa Fe, Edgardo Gabriel Storni, no son nuevas. De hecho, en diciembre de 1994, la prensa escrita de Rosario y Santa Fe dio cuenta con detalles de una investigación que la Iglesia había encargado al arzobispo de Mendoza, José María Arancibia. En esos días, las publicaciones también levantaron polvareda, pero no tanto como ahora. Entonces el ex gobernador Jorge Obeid fue uno de los principales dirigentes políticos que salió a la palestra para defender al sacerdote cuestionado. En un pasaje del libro de Olga Wornat, se señala que en la gestión de Obeid al frente de la Casa Gris, se le habrían entregado suculentos fondos del presupuesto provincial al clero. "Nunca le entregué subsidios millonarios a la Iglesia. Es más, no hay subsidios millonarios que salgan del presupuesto", se defendió el ex mandatario santafesino. En 1994, dirigentes del justicialismo -encabezados por el entonces intendente de Santa Fe, Obeid- firmaron una solicitada en apoyo a Storni. "¿Firmaría una solicitada apoyando a Storni, como lo hizo en el 94?", preguntó este diario. "No sé. No hablé con mis amigos aún. Todo lo que tengo hasta ahora son trascendidos periodísticos. Siempre presumo que el acusado es inocente. Ese es un principio básico del derecho", respondió el actual diputado del PJ. "Sólo conozco los trascendidos periodísticos de que hay un libro que lo menciona a Storni, pero no lo leí y no sé qué dice". Esa fue una de las excusas de Obeid para evitar pronunciarse. El libro aún no está en las librerías de Santa Fe. Pero de antemano Obeid subrayó que "si hay una denuncia, es la Justicia la que debe investigar". Hasta ese momento, el ex gobernador desconocía que desde el lunes pasado, el juez de instrucción de la 5ª nominación de Santa Fe, Eduardo Giovannini, y el fiscal Nº 5, José Luis Paz, están trabajando sobre la denuncia. Trascartón minimizó las versiones que indicaban que entre él y el prelado existiría una estrecha vinculación. "A Storni lo conozco desde que fui edil, luego intendente y gobernador. Con él tuve el mismo trato que con los obispos de Reconquista, Rosario, o con el mismo monseñor (Vicente) Zaspe". Inmediatamente negó que alguna vez Storni le hubiera sugerido o propuesto a alguno de sus colaboradores cercanos para ocupar algún cargo público en los ámbitos de decisión del Ejecutivo. "Los que me conocen saben bien que sólo nombré gente de mi confianza", dijo Obeid antes de agregar: "Nunca les pregunté si eran católicos, judíos o de qué religión eran". Finalmente Obeid negó que Storni le hubiera salvado la vida en la década del 70, tal como lo asegura Wornat en su libro y remató diciendo que de esa cuestión tampoco iba a hablar. G. Z.
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