El hincha de Central no tiene límites. O manda al patíbulo sin el menor reparo cuando el equipo deambula en la intrascendencia o es capaz de hacerle el aguante al puntero del campeonato como le hizo ayer desde que los muchachos de Menotti pisaron el aeropuerto de Bahía Blanca.
Todavía el reloj no había marcado las 17.30 cuando cerca de un centenar de simpatizantes enfundados en banderas y gorros con los colores del club de sus amores ya estaban atrincherados en el hall de la zona del embarque a la espera del aterrizaje del vuelo chárter que trasladó al plantel profesional y a la cúpula dirigencial desde Rosario.
Sin dudas que el instante más demostrativo de la tarde se produjo cuando los jugadores y el Flaco Menotti bajaron del avión y se encontraron con semejante invasión canalla. Los rostros de algunos de los muchachos no sólo denotaban sorpresa al ver tanta gente fusionada en el grito "Central es un sentimiento", sino que la mayoría no se resistió a firmar autógrafos y accedió ante cualquier pedido para sacarse fotos.
Pero si la bienvenida que le dieron al plantel auriazul alcanzó ribetes de inédita para esta gente poco acostumbrada a semejantes manifestaciones, la caravana de autos que acompañó al micro que trasladó a los jugadores hasta la concentración en el centro de la ciudad fue sencillamente un atropello a la bucólica fisonomía bahiense. Fueron 10 kilómetros de brazos revoleando camisetas canallas y bocinas que no pasaban desapercibidas ni a los mismísimos desconocidos de la cita futbolística de hoy.
Después, cuando el ómnibus llegó a destino, esos mismos manifestantes se agruparon en hall del hotel y empezaron con un concierto de canciones tribuneras que se fueron apagando a medida que los jugadores subían a sus habitaciones para dejar sus pertenencias y luego merendar pasadas las 18.
La recepción a Menotti
Como ocurriera en el mes de julio cuando el plantel llegó a Salta para hacer la pretemporada, la recepción que le brindó el habitante de Bahía Blanca a César Luis Menotti también tuvo muestras de cariño. Cabe señalar que el Flaco visitó en varias oportunidades esta ciudad cuando era técnico de la selección nacional y hasta supo jugar algunos partidos amistosos antes del Mundial 78 contra combinados de la zona.
La Ciudad
