Por qué Rosario no es Mundial

La euforia rosarina por la selección de vóley llegó a su fin. El equipo de Carlos Getzelevich le dijo adiós a uno de los torneos más importantes del mundo y a una de las ciudades que más apoya a este equipo. Por si alguien no lo recuerda, Rosario iba a ser no sólo una de las sedes del Mundial que se va a realizar a partir del 28 de setiembre, sino la anfitriona del seleccionado albiceleste, pero...
Todo fue muy rápido, casi en un abrir y cerrar de ojos. Que las obras en el estadio de Newell's no cumplieron los plazos legales, que la cancha de entrenamiento, que la estructura tubular del piso. Lo cierto es que entre gallos y medianoche decidieron bajarle el pulgar a una ciudad y a un público "de los mejores del país", según el discurso de los los jugadores y de Mario Goijman, presidente de la Federación Argentina de Vóleibol (FAV), quien ayer, por pedido de los miembros de la Asociación Rosarina, dio la versión oficial acerca de la baja de Rosario como sede.
Pero bien vale hacer un poco de historia. Rosario no estaba postulada como sede debido a la "precariedad de sus instalaciones", pero la deserción de Neuquén y por pedido de los dirigentes rosarinos la FAV aceptó un plan de obras. El que trató de cumplirse al pie de la letra más allá de no haberse logrado el objetivo.
"La FIV (Federación Internacional de Vóleibol) está tremendamente exigente con nosotros y en el tema de Rosario y Catamarca no quisieron correr riesgos, por eso nos pidieron la reducción de siete a seis sedes (Catamarca fue dada de baja y la plaza de Rosario le fue otorgada a San Juan). Pese a la buena voluntad de los dirigentes rosarinos tuvimos que ser realistas y no quisimos meternos en un problema del cual no íbamos a poder salir", sentenció Goijman.
El mayor problema estuvo en la dimensión del piso, ya que la FIV exigía que fuera más ancho, por lo que Rosario extendió un proyecto para levantarlo y a la vez ensancharlo mediante una estructura tubular. Pero según Goijman "ese no fue el único problema, ya que había que realizar muchas otras cosas porque esta es una estructura de muchos años".
Cabe señalar también que en una nota publicada por este diario el 20 de enero de 2002, varios de los dirigentes de la Asociación Rosarina habían advertido que "no nos explicamos porqué sucedió esto, aparentemente porque no habíamos cumplido con la obra, pero no es así".
Las diferencias entre ambos discursos son evidentes, y no sólo por eso, sino también porque ayer Goijman afirmó que la FIV había visitado tres veces la sede de Rosario, mientras que los dirigentes locales habían argumentado que había habido una sola visita.
En lo que sí coincidieron ambas partes es en que hubo responsabilidad del gobierno de la provincia, que por intermedio de la Secretaría de Deportes se había comprometido a ayudar mediante un subsidio, "el que nunca llegó". Y a la hora de deslindar responsabilidades bien vale la pena mencionar a la Municipalidad de Rosario, que en ningún momento alzó la voz en defensa de su patrimonio. Tal vez por no tener ni idea de lo que significa un evento de estas características.