Mauricio Tallone / La Capital
En el núcleo céntrico salteño no aparecen rastros del rumor caótico de la gran ciudad. A un par de cuadras del Monumento a Güemes, un sitio impostergable para quien se precie de turista, el hotel Gran Presidente es acariciado por un envoltorio de sombras y silencios. Faltan minutos para que la cena convoque a los muchachos del Flaco Menotti y un dejo de indiferencia se apropia del centro de la escena. Cualquiera diría que se trata del ambiente ideal para dejar caer reflexiones edulcoradas por su prepotencia de austeridad y por la inminente presencia del jugador citado para la entrevista. Caminando a paso anestesiado, Hernán Castellano parece un transeúnte huérfano del barniz que provee el reloj mediático. Y si se anima a apurar el paso es sólo para agilizar el encuentro con Ovacion, pactado cuando moría el entrenamiento de la tarde en el campo La Loma. Dicen que un hombre con valores, en un mundo que tiende a ignorarlos, debe cuidarse. Quizás por eso, el Rifle se resguarda corporalmente antes de zurcir con palabras esa pelota embarrada llamada el arco de Central.
—¿Creés que Central hizo uso de la opción de tu pase para reconocer tu trayectoria en el club o porque este año vas a ser titular?
—No creo que me hayan comprado el pase por mi trayectoria. Central no es un club que se caracterice por reconocerle algo a alguien si no está en condiciones físicas y futbolísticas para jugar.
—¿Entonces te compró porque tu pase valía 100.000 pesos, una cifra muy accesible para un arquero con experiencia como vos?
—Puede ser. Igualmente creo que los dirigentes y el técnico evaluaron también que cuando me tocó atajar no lo hice mal. Además tengo casi 200 partidos sobre el lomo y eso en un plantel tan joven como este es importante. Para mí es un orgullo que Central me haya comprado el pase, tal vez lo que costó no es una cifra considerable, pero el club tuvo que hacer un esfuerzo enorme debido a que está atravesando una situación económica muy incómoda.
—¿Por qué nunca te animaste a decirles a los periodistas que tenés que ser titular?
—Porque yo soy así. Si bien en todos los clubes donde estuve siempre jugué de titular, nunca dije que debía ser el número uno. En ese sentido, siempre me gustó mantener el perfil bajo, eso sí, cuando juego defiendo mi puesto a muerte.
—A pesar de que Menotti dijo que los tres arqueros arrancan de cero, ¿seguís sosteniendo que el titular es Tombolini?
—El titular terminó siendo Tombolini. Teóricamente tendría que arrancar jugando él, porque tampoco lo hizo mal durante el campeonato. Es cierto que el técnico nos dijo que todos arrancábamos de cero, por eso para este campeonato se verá.
—¿No te parece demasiada coincidencia que a vos te compren el pase y al de Tombolini se lo vendan a un grupo empresario para que lo coloque en algún club?
—No sé, yo te hablo por mí. Me compraron el pase porque atajé bien cuando me tocó entrar y no le salí tanto al club. Después lo que hagan con el pase de Tombolini no me corresponde opinar a mí, seguramente esa gente querrá hacer su negocio. No es fácil colocar un arquero, además este grupo que lo compró tendrá que venderlo en una suma que le permita recuperar lo que invirtieron en la compra.
—Teniendo en cuenta que ya te tocó jugar en equipos que peleaban por no descender, ¿te considerás una fuente de consulta para estos chicos que seguramente sentirán la presión de jugar con el promedio sobre la nuca?
—No soy un referente, pero sí un jugador que con casi 30 años vivió momentos complicados a lo largo de su carrera, y hoy eso puede servirles de ayuda a estos chicos a través de una palabra de aliento cuando corresponde.
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