Año CXXXV
 Nº 49.482
Rosario,
sábado  18 de
mayo de 2002
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Una señal de Washington habría frenado la renuncia de Mario Blejer
Fuerte pelea entre Economía y el Central por el manejo de la crisis
La entidad monetaria estudia un plan de salvataje para bancos que atraviesan serios problemas de iliquidez

El enfrentamiento entre el Ministerio de Economía y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) se convirtió ayer en una seria amenaza para el futuro del sistema financiero argentino, que podría quedar al borde del colapso si no se encuentra una salida rápida para el corralito.
Por segundo día consecutivo arreciaron las versiones de renuncia del titular del BCRA, Mario Blejer, lo cual obligó a que desde la Casa Rosada se tomara intervención directa en el tema y se confirmara al presidente del BCRA en su cargo. En el interín medió un mensaje proveniente desde Washington instando al funcionario a permanecer en su puesto al menos hasta el martes, cuando el ministro de Economía, Roberto Lavagna, se entreviste con la vicedirectora del FMI, Anne Krueger. Así las cosas, en las últimas horas del día de ayer fue el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen quien pareció quedar al borde de la dimisión.
Las diferencias se corporizaron en una marcada disputa entre Blejer y Nielsen, que pasan por la instrumentación o no de un bono compulsivo para los ahorristas atrapados en el corralito.
El nuevo programa del ministro Lavagna para flexibilizar las restricciones financieras que rigen desde diciembre chocó con la oposición del BCRA.
En rigor, Blejer teme que una mayor liberación de recursos del corralito genere una espiral hiperinflacionaria, cuando el costo de de vida creció un 21% en el primer cuatrimestre de este año. Por eso y también para evitar un mayor drenaje de dineros de los bancos se inclinaría por un bono compulsivo a largo plazo.
Blejer calificó de "desesperante" la situación por la incautación de los ahorros y agregó que "no entra un peso en ningún banco" debido a la desconfianza generalizada del público.
La tensión política generada en las últimas 48 horas provocó temores entre los operadores financieros, que buscaron refugio en la compra de dólares. Eso llevó el precio de la divisa estadounidense a 3,50 pesos.
Mientras en la Argentina el sistema financiero estaba al rojo vivo, ayer Lavagna cenó en Madrid -donde está de gira con el presidente Eduardo Duhalde- con los presidente de los bancos Santander Central Hispano (BSCH) y Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) quienes le manifestaron su preocupación por la estabilidad de muchas entidades financieras.
De acuerdo con algunos trascendidos, la postura de los banqueros resultó terminante: "O salimos de este problema todos juntos o no salimos", manifestaron los hombres de negocio al jefe del Palacio de Hacienda.
Mientras los banqueros pugnan por cancelar los depósitos bancarios con la emisión de un bono, el gobierno y el Congreso -a la luz de la frustrada experiencia del ex-ministro Remes Lenicov- se oponen argumentando razones de tipo jurídico.
Al mismo tiempo, y desde todos los sectores políticos, se lanzó munición gruesa sobre el sector financiero al señalar una y otra vez que "deben ser los bancos los que deben hacer frente a la devolución de los depósitos".
Estas diferencias quedaron más palpables en las idas y vueltas del gobierno durante esta semana, en especial, con el manejo de las cuentas a la vista.
Tal es la delicada situación del sistema que el BCRA se vio obligado a trabajar sobre un esquema de salvataje sobre un grupo de bancos que enfrenta una aguda situación de iliquidez.
Ayer a última hora, la autoridad monetaria buscaba diseñar una solución para los bancos Bisel, Suquía y Bersa (Entre Ríos), todos pertenecientes al holding francés Credit Agricole, luego de que sus accionistas manifestaran su voluntad de no aportar mayores capitales.

Blejer, el hombre del día
La situación de Mario Blejer se convirtió en un tema de preocupación no sólo en Madrid sino también en Washington. Mientras varios funcionarios se comunicaron con Duhalde y Lavagna en la capital española poniéndolos al tanto de la crisis, el presidente del BCRA se comunicó varias veces con la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Blejer recibió el respaldo de los funcionarios de ese organismo y el pedido de permanecer en su cargo "por lo menos durante las próximas 96 horas ya que podría haber importantes novedades", según expresaron altas fuentes oficiales.
El pedido tiene íntima relación con la importante reunión que van a mantener el próximo martes la subdirectora gerente del FMI, Anne Krueger y el ministro Lavagna en la capital de los Estados Unidos. De ese cónclave, al que se le da una importancia superlativa, se derivará una eventual salida del corralito.
La posición de Krueger es pública y se inclina hacia la salida a través de un plan bono y este es el principal escollo con el cual choca la postura del gobierno.
En este marco, y no obstante las presiones del FMI y la banca Nielsen, afirmó que "es inviable" la aplicación del Plan Bónex.
"Un bono colocado obligatoriamente es absolutamente inviable, la realidad nos muestra que es inviable política y jurídicamente", dijo el funcionario.
En ese sentido, consideró que la aplicación del Plan Bónex "no debería ser una discusión tan terrible, porque los datos son objetivos, no hay opinión posible" y señaló que "hay una restricción de carácter jurídico".
También precisó que "se necesita de un decreto de necesidad y urgencia que requiere ratificación parlamentaria", y destacó que "hay cosas que el Parlamento no está dispuesto a convalidar".



Bleger: la situación de los bancos es "desesperante".
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