Eugenia Langone / La Capital
"El Pro Música es una rareza, porque en este país los proyectos arrancan con ímpetu, pero se desinflan". Así definió el propio creador del conjunto, Cristián Hernández Larguía, los 40 años que la agrupación festejará hoy, a las 21, en el Teatro El Círculo, con el concierto "In memoriam Mary Barg".
"Esto nació como un grupo de amigos que hacían música, pero la perseverancia fue la clave para que lleguemos hasta acá", apuntó el director, que en la presentación de esta noche repasará la prolífica trayectoria del grupo. Pero el Pro Música tiene más para celebrar, ya que también este año se cumple el 30 aniversario de la creación del instituto de educación musical que hoy cuenta con un centenar de alumnos.
Los conciertos que el conjunto dio por toda América latina, Estados Unidos y Europa, una veintena de discos grabados y otro tanto en premios ganados jalonan su trayectoria.
"Fuimos los primeros que dimos un concierto de música medieval en el Teatro Colón, en Buenos Aires, hace poco tiempo. Y no es común que un grupo del interior sea pionero en algo y que además lo haga en forma continuada", explicó con orgullo el director del grupo.
La fecha clave es el 13 de junio, ya que fue ese día de 1962 que el Conjunto Por Música se presentó por primera vez en un escenario. Por ese entonces sólo tenía 12 integrantes y la Biblioteca Argentina Juan Alvarez fue el lugar del debut. Hoy son 31 los músicos que forman sus filas.
"Mi relación con la música antigua fue siempre muy fuerte, pero el grupo se formó recién por el 62 porque en ese momento pudimos conseguir los instrumentos adecuados", contó Hernández Larguía.
Uno de sus primeros logros fue llevarse en 1967 el premio mayor en el Concurso Internacional de Arezzo (Italia). Pero ese fue sólo el comienzo de una larga lista de reconocimientos, incluido el Konex de Platino obtenido el año pasado.
Diez años después de haber fundado el Conjunto Pro Música, sus integrantes decidieron comenzar a trabajar en un instituto de educación musical al estilo de Colegium Musicum de Buenos Aires. Alquilaron una casa en Mitre 1186 y el Instituto Pro Música comenzó a funcionar con pocos más de 80 alumnos.
"En el grupo había muchos docentes y quisimos aprovechar eso para trabajar en un instituto que no tuviera la línea del conservatorio que era muy común por esa época. Es decir, nunca quisimos crear artistas, sino darles una buena formación musical a chicos y grandes, más allá de lo que quieran ser en el futuro", relató Hernández Larguía, quien además este año cumple 60 años dirigiendo música.
Para el director el hecho de que "el instituto sea reconocido en el extranjero es uno de los mayores logros", y agregó: "Que los discos sean escuchados en el mundo es importante. Pero lo mejor que nos pasa es que cada vez que podemos tocar en el Teatro Colón, logramos llenar la sala. Somos una rareza".
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