Los monjes griegos ortodoxos dedicaron ayer todos sus esfuerzos a limpiar la suciedad acumulada en la basílica de la Natividad de Belén luego de los 39 días de asedio con más de un centenar de palestinos armados y decenas de franciscanos dentro. Ortodoxos griegos, armenios y católicos romanos se reparten la administración del recinto construido donde se cree que nació Cristo. El venerable edificio se construyó en el siglo IV.
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