Año CXXXV
 Nº 49.442
Rosario,
domingo  07 de
abril de 2002
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Lidera el gremio de estatales provinciales desde hace 30 años
Alberto Maguid: "Si en los gremios no hay democracia los sindicatos se convierten en feudos"
Con 64 años, renovará su cargo hasta el 2006. Dice que en Santa Fe los estatales son privilegiados

Alberto Maguid seguirá al frente de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) durante los próximos cuatro años, luego de que la lista opositora que lo iba a enfrentar en las próximas elecciones del gremio desistió de hacerlo por falta de avales. Así, el dirigente se encamina a consagrarse nuevamente secretario general del sindicato, cargo que ocupa desde 1969 y sólo dejó de ejercer durante los tres años que estuvo detenido en la última dictadura militar. Tiene 64 años y asegura cobrar 4.500 pesos por mes. Llegó a la política de la mano del desarrollismo de Arturo Frondizi y tiempo después abrazó el peronismo, partido con el que llegó a candidatearse para gobernador de la provincia en 1995.
Acumula tanto poder sindical en Santa Fe, que un viejo dicho que circula desde hace años por esta provincia lo señala como "el vicegobernador en las sombras". En diálogo con La Capital, aseguró que "en la Argentina las obras sociales son un ejemplo de solidaridad para con los trabajadores", pero admitió que "muchas de ellas están mal administradas". Y a renglón seguido, subrayó que "si en los gremios no hay democracia, los sindicatos se convierten en feudos, propiedades de unos pocos". El dirigente también recordó su paso por las cárceles durante la dictadura y mostró su lado más íntimo al recordar la muerte de uno de sus tres hijos.
¿Cómo llegó al mundo de la política?
-De la mano de Carlos Silvestre Begnis. Lo acompañé en la campaña para gobernador de la provincia que llevaba a Arturo Frondizi como candidato a presidente de la Nación.
-¿Usted apoyaba las ideas de Frondizi?
-Sí, yo compartía sus propuestas. Lamentablemente, como fue un visionario y un anticipado en su época, terminó derrocado por la incomprensión. Lo mismo le pasó a Perón.
-¿Usted cree que a Perón se le hubiese ocurrido que los sindicatos administraran 240 obras sociales en todo el país?
-Yo no sé si lo hubiese hecho Perón, pero no habría estado muy lejos de impulsarlo. En alguna medida a través de la Fundación Eva Perón atendió la problemática de la gente que menos tiene. En Argentina, las obras sociales son un ejemplo de solidaridad para con la clase trabajadora.
-¿Pero qué solidaridad existe en obras sociales que hace 3 o 4 años descuentan el 3por ciento del sueldo a sus afiliados y no les brindan ningún tipo de prestación?
-Puede ser que algunas no tengan prestaciones y evidentemente eso es producto de administraciones negativas. No puedo negar que hay muchos trabajadores que hoy no tienen obra social pese a que aportan todos los meses. Es más, otras están fundidas. Pero esto no tiene que ver con que el sistema de obras sociales esté mal, lo que sucede es que los dirigentes no siempre supieron conducirlas.
-¿No es ingenuo pensar que en Argentina existe la democracia sindical?
-Mire, yo siempre reclamo la democracia interna en la organizaciones sindicales. Si no la hay, el sindicato se convierte en un feudo, en la propiedad privada de un grupo. Mi sindicato tiene más de 250 mil afiliados en todo el país y en Santa Fe más de 25 mil en condiciones de votar. Cualquiera puede hacer listas y para presentarse en las elecciones tiene que lograr el 3 por ciento de avales de los afiliados. Esta vez, los grupos que quisieron presentarse no lograron juntar esos avales y por eso quedó sólo mi lista.
-¿Por qué adelantaron las elecciones en el gremio?
-En un clima como el que vive la sociedad, que reclama participación y exige que los dirigentes revaliden sus condiciones, había dos opciones: quedarnos calladitos la boca y escondidos hasta que pase la marea, o salir al cruce y decir "acá estamos". Nosotros optamos por adelantar las elecciones porque la gente tiene ganas de participar.
-¿Cuánto hace que es secretario general de UPCN?
-Empecé en el 69 y tuve una sola interrupción, que fueron tres años en los que estuve preso durante el último gobierno militar.
-¿Dónde estuvo detenido?
-Un año y pico en Coronda, después inauguré la cárcel de Caseros y terminé en La Plata. Yo estuve entre el primer grupo de presos que llegó a Caseros.
-¿Cómo recuerda esos años y cómo lo trataron?
-El trato fue de una tremenda acción psicológica para destruirnos. Yo tengo esposa, madre y en ese momento tres hijos que eran chicos. Me dejaban verlos cada 45 días y a través de un vidrio. Durante dos años y medio no pude abrazarlos ni besarlos. De noche, a las 3 o 4 de la madrugada, venían y nos sacaban de la celda desnudos y nos mandaban a bañar en pleno invierno con agua helada. Pero esto era una cosa muy pequeña comparada con las torturas que vi y que pasaron otros.
-¿En qué medida repercutió en su vida el haber perdido un hijo?
-La pérdida de un hijo es un dolor permanente. Su muerte me quitó la felicidad de vivir, pero la vida continúa y hay que seguir adelante, aunque nunca se deja de sufrir.
-¿Cómo define a Carlos Reutemann?
-Un excelente gobernador.
-¿Por qué?
-Porque lo demuestran los hechos, es un excelente gobernador, como también lo fue Jorge Obeid. Reutemann y Obeid permitieron que esta provincia sea hoy un orgullo para los santafesinos en el marco del desastre nacional. En Santa Fe no se emitieron bonos, se paga puntualmente, no se echó un sólo empleado público y los conflictos sociales están contenidos.
-¿En qué se diferenció Reutemann del resto de los gobernadores?
-Administró con seriedad.
-¿Los sindicalistas estatales son conscientes de que el sector que administran no padeció lo mismo que el sector privado en la última década, es decir, rebajas de salarios, despidos y precarización laboral?
-No es que no sean conscientes, lo que pasa es que lo que no se ve, no se siente. En esta provincia los empleados estatales no sufrieron el drama de las privatizaciones, de los sueldos atrasados o el cobro del salario en bonos que no sirven para nada. Nosotros tenemos un privilegio en Santa Fe, vivimos en una provincia sin mayores conflictos en el sector público.
-¿Es cierto que usted cobra sueldos en la Caja de Seguro Mutual, en UPCN y en Vialidad Nacional, y en conjunto gana como 7.400 pesos mensuales?
-No. Yo tengo un sueldo en la Caja de Seguro Mutual que es de 2.400 pesos. En UPCN también cobro un sueldo porque allí también trabajo.
-¿Entonces de bolsillo cuánto cobra?
-Estoy más o menos en 4.000 o 4.500 pesos.
-¿Considera que está bien?
-Si veo lo que está pasando y la gente que no tiene trabajo, lo mío es mucho. Pero yo tengo responsabilidades que cumplir, que no es lo mismo que el que no las tiene. Administro dos entidades. Trabajo desde las ocho de la mañana hasta las dos de la madrugada. Hay gente que es empleada del Estado, gana más que yo y no tiene las mismas responsabilidades.



"Las obras sociales son un ejemplo de solidaridad".
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