Los pocos parroquianos que al amanecer desayunaban en el Café de la Ciudad, en Corrientes y 9 de Julio, se quedaron inmóviles como estatuas. Del otro lado de la vidriera un ejército de 450 personas, jóvenes en su mayoría y de ambos sexos, se encaminaba hacia el pie del Obelisco. Iban conversando con naturalidad, mirando al frente, completamente desnudas. Eran los modelos voluntarios para la producción fotográfica de un artista estadounidense que, en lugares de fuerte carga simbólicos, realiza tomas al natural de habitantes de grandes ciudades del mundo.
Cerca de las 6.30, los nudistas posaron tirados en la calle en el medio de la Plaza de la República, donde no había tránsito de vehículos. Spencer Tunick, el responsable de la producción y de la sorpresa de los contingentes de curiosos que se restregaban los ojos, los guiaba trepado a una escalera y con la asistencia de un traductor, subido a otra. Luego de media hora de disparar su cámara en el lugar Tunick realizó otra toma en la intersección de la Avenida 9 de Julio y la histórica Avenida de Mayo.
La mañana era cálida y soleada. Los hombres y mujeres, que se presentaron voluntariamente y no cobraron por posar, describieron luego ante periodistas de medios gráficos y televisivos que la experiencia, que contó con la autorización de la Secretaría de Cultura de Buenos Aires, les había resultado muy grata y divertida.
El tránsito fue cortado para la realización de las fotografías, pero ello no impidió que se reuniera una buena cantidad de curiosos para ver cómo los modelos voluntarios se despojaban de sus ropas en una de las plazoletas que dividen las distintas manos de la Avenida 9 de Julio.
Tunick, considerado un renovador del desnudo en la fotografía contemporánea, ya había realizado trabajos similares en Nueva York y varias ciudades europeas, como Venecia y Roma. También hizo algo similar en Melbourne, Australia. La obra que realizó ayer en Buenos Aires se denomina "Tour por los siete continentes".
La avenida apropiada
"La Argentina es parte de un proyecto de tomas que vengo realizando por todo el mundo. La 9 de Julio es una avenida apropiada porque sus maravillosos edificios arruinados por publicidad transmiten la idea de los peligros del mercantilismo desenfrenado que la gente está viviendo. Y creo que en una época de crisis la gente puede ser particularmente receptiva a fenómenos artísticos distintos", dijo la semana pasada Tunick a un diario porteño.
Tras su paso por la Argentina, el fotógrafo partirá a Brasil para mayor obra en mucho tiempo. En Europa no puedo conseguir más de 400 personas", se entusiasmó Tunick. "Acá hay mucho espacio. Sólo consigo trabajar de esta manera en la ciudad de Nueva York. Buenos Aires tiene la misma energía que Nueva York", dijo.
Los participantes, que enviaron un correo electrónico para anotarse en la curiosa experiencia, se quitaron sus ropas apenas pasadas las siete de la mañana, en Cerrito y Corrientes. Justo frente al tradicionalísimo Café de la Ciudad.
"Me pareció algo muy artístico, me gustó mucho", dijo. "Es la sensación que todos estamos un poco en bolas en este país. Con la represión que hubo tantos años, poder caminar desnudos por la 9 de Julio me pareció espectacular", dijo la joven, con una ancha sonrisa.
Un hombre de unos 30 años que después de participar de la fotografía aún permanecía sin ropas, afirmó que "no nos pagan, nos regalan la foto. Esto es para los que piensan que todo se hace por dinero". Allí cerca, una adolescente que dijo tener 15 años declaró que asistió al lugar porque "mi mamá conocía el trabajo de Tunick y me avisó de esto. Y como yo no tengo problemas en mostrar mi cuerpo, vine". En cambio, un veinteañero que lucía numerosos aritos en su rostro y una cresta de cabello en medio de su cabeza, expresó: "participé porque es distinto. Yo estoy en contra de todo".
El evento se realizó en Buenos Aires con un importante operativo de seguridad para, sino evitar, al menos dejar a cierta distancia a los muchos curiosos.