 |  | Paseos cercanos La Glew del pintor Raúl Soldi Los frescos del artista se pueden apreciar en la iglesia de Santa Ana, en el sur del conurbano bonaerense
 | El pintor Raúl Soldi solía decir que el día que visitó la iglesia de Santa Ana, en Glew, al sur del conurbano bonaerense, supo dos cosas: que él y la capilla habían nacido en 1905 y que allí pintaría esos enormes frescos que tanto imaginaba. Supo, además, que la pintoresca ciudad bonaerense, poblada de álamos plateados y rodeada de apacibles casas quintas, se llamaba así por Juan Glew, pionero de esas tierras en las que también se instalaron los vascos que iniciaron la explotación lechera. Lo que no imaginó Soldi, mirando las blancas paredes de la casa de Dios, es que allí se afincaría con su familia, conocería al fraile Jerónimo y completaría su obra en 23 veranos. Tampoco imaginó que la calle de la iglesia llevaría su nombre y que de a poco la gente comenzaría a llamar a la ciudad "la Glew de Soldi". Con el fraile revocó y picó las paredes, porque su técnica necesitaba de una base fresca, de allí el nombre de frescos, donde pintó imágenes de la Anunciación sobre los viejos confesionarios. De aquellos veranos Soldi recordaba las ciruelas y duraznos que le acercaban los quinteros, y los higos maduros que anunciaban el fin del estío y el regreso de toda la familia a Buenos Aires. También recordaba que en los últimos atardeceres, cuando la luz ya no era generosa, el fraile le acercaba, en silencio, candelabros de ocho velas para aliviar sus ojos cansados. En los frescos plasmó episodios de la vida de Santa Ana, y los completó con imágenes del fraile, de la maestra mestiza con la que tanto hablaba y muchas ovejas y gallinas. Es interesante mirar el Vía Crucis de cerámica y leer las interpretaciones de los frescos, conmovedores textos de su amigo, el escritor Manuel Mujica Lainez, y también visitar la biblioteca que donó en el edificio de un viejo almacén, y a cuya inauguración asistió otro escritor y amigo, Ernesto Sábato. En Glew también está el Centro Artístico de Cerámica Toscana de Cósimo Manigrasso, un italiano talentoso que fabrica y vende vasijas y platos, y un lindísimo barrio que se llama Almafuerte. También está la vieja casona en la que vivió Soldi, y la casa de Floren Delbene, el mítico galán de las películas de Libertad Lamarque. La iglesia de Santa Ana está abierta para los visitantes en los horarios normales. En esta ciudad de 50 mil habitantes hay signos de la vida moderna, como el local de comidas rápidas que está junto a la estación, a la que arriban los trenes que parten desde Constitución y que en 45 minutos llegan a la ciudad. Para ir a Glew en auto desde la Capital Federal hay que recorrer 30 kilómetros por la avenida Hipólito Irigoyen, la ex Pavón, y empalmar con la ruta provincial 210 que lleva hasta el centro. Raúl Soldi, el autor de la cúpula del Teatro Colón, nació el 27 de marzo de 1905 en la localidad bonaerense de Belén del Nacimiento, hijo de un cantante y violoncelista italiano, y murió el 21 de abril de 1994 en el barrio de Núñez, a los 89 años.(Télam).
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