Osvaldo Aguirre / La Capital
El fenómeno de la prostitución a principios del siglo XX ocupa un lugar central en la historia de Rosario. Se trata de uno de los aspectos más comentados y hasta reivindicados del pasado local, al punto de constituirse en una de las particularidades de la ciudad. "Sexo bajo control", libro de reciente edición de María Luisa Múgica, revela que una parte importante de ese fenómeno todavía permanecía desconocida. Con el subtítulo de "La prostitución reglamentada, Rosario entre 1900 y 1912", Múgica pone en juego un caudal notable de información nunca considerada y abundante documentación inédita. La investigación que presenta es el resultado de una larga búsqueda, y ese trabajo puede leerse en los datos que aportan la solidez y la contundencia de sus argumentaciones. Múgica comienza por advertir que la prostitución es un fenómeno determinado históricamente. Hay que dejar de lado, dice, la idea de la prostitución como cosa natural, producir una "ruptura de la evidencia" a fin de hacer aparecer lo singular del caso. Este mecanismo es una de las claves del libro, que en forma constante introduce nuevos interrogantes y líneas de reflexión. El período que considera en su libro está delimitado por circunstancias definitorias: la sanción, en 1900, del reglamento que rigió el sistema de la prostitución en Rosario hasta mediados de los años 30 y la discusión respecto a los lugares de la ciudad en que debían instalarse los prostíbulos, en 1912. En su desarrollo, el libro plantea cinco cuestiones centrales: las características que presentaba Rosario en el período considerado y las preocupaciones ideológicas en cuyo contexto surge la decisión de reglamentar la prostitución; el registro oficial de la prostitución, en cuyos huecos puede seguirse la evolución de la prostitución en la clandestinidad (justamente uno de los efectos del dispositivo de control fue promover el ejercicio ilegal de la prostitución); el juego de las normas y las transgresiones; el dispositivo sanitario-policial, a cuyo cargo estaba el control de las prostitutas y por último las estrategias políticas desplegadas en torno a las eventuales "zonas rojas". El recorrido está apoyado en mapas y estadísticas; cada capítulo se abre con imágenes de postales que circularon en Rosario a principios del siglo XX y que son también significativas del tema que se abordan, porque muestran escenas de una sexualidad reposada, sin desbordes lujuriosos ni violentos. El sistema reglamentarista fue la forma de control que impuso el Estado Municipal sobre la prostitución. Fue un dispositivo severo, que disponía el registro de las prostitutas, su confinamiento en los burdeles y su aislamiento en caso de estar enfermas. Pero las fisuras eran notables. La principal, según demuestra Múgica, fue que aspiraba a prevenir la transmisión de las enfermedades con la vigilancia de las prostitutas, sin adoptar ninguna política con los clientes. La casa de tolerancia significó la fundación de un espacio determinado en la ciudad: el de los bajos fondos, el "submundo", "la barriada del vicio", como dijo una nota en la revista Monos y Monadas. Una zona marginal en la que también se encontraban los conventillos, la cárcel, los incipientes barrios obreros y que enseguida se convirtió en objeto de la curiosidad periodística y la vigilancia policial. Ese espacio era presentado como el lugar del desorden y la violencia, el sitio donde se movían los que estaban fuera de la ley. Múgica demuestra cómo se trataba de preservar a los lugares privilegiados de la ciudad, como la calle Córdoba o el bulevar Oroño. En este punto, recompone los términos de la discusión que enfrentaba a periodistas, políticos y vecinos: curiosamente, había comerciantes que se oponían al traslado de las casas, porque ellas eran importantes para la economía de los barrios. Este es uno de los aspectos menos tratados del tema. También abre perspectivas la observación del sojuzgamiento que significaba para las mujeres el hecho de ajustarse a reglamentaciones que ponían límites a su movilidad y de hecho las condenaban a ser prostitutas de por vida. María Luisa Múgica es profesora de Teoría de la Historia en la Universidad de Rosario. "Sexo bajo control", aparecido con el sello de UNR Editora, es un libro indispensable para quienes quieren acercarse al pasado de la ciudad.
|  Una de las antiguas postales que rescata el libro. |  | Ampliar Foto |  |  |
|
|