 |  | cartas Desprendimiento de Usandizaga
 | No es muy altruista el ejemplo que dan los políticos en general con el otorgamiento de pensiones graciables a servidores, parientes, amigos y demás deudos. Estas, aunque encuadradas en un marco legal, podrían ser solventadas por los salvadores de la patria (que trabajan a sueldo y sospechamos que a comisión también) de su propio bolsillo. Al fin y al cabo, las pensiones que hizo aprobar Usandizaga al personal de servicio de su hermana ascienden a 97 pesos cada una y si las tuviera que pagar el aludido sería como sacarle dos pelos a un buey. Un ejemplar político podría acreditar en su haber al menos un par de acciones de desprendimiento personal; al conocerse, la opinión pública lo felicitaría y tendría en cuenta sin reparar a quién ayudó, si a un familiar a un amigo, un servidor, algún vecino o persona desconocida o cualquier otro necesitado. Pero qué le vamos a hablar de ejemplos morales a quien -dentro del marco de la ley- hizo pagar a los rosarinos miles y miles de pesos el precio de sus desaguisados. Qué le vamos a hablar de desprendimiento a quienes el pueblo les pide que se vayan todos y ellos se juntan para ver como se quedan. Luis Salerno
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