La película nominada al Oscar "Gosford Park", de Robert Altman; "Nostalgias del pasado", un thriller con Anthony Hopkins; y la bélica "Tras líneas enemigas"; los tres estrenos de esta semana en los cines de Rosario en la mira de Escenario.
"Gosford Park"
*** \Intérpretes: Maggie Smith, Michael Gambon, Kristin Scott Thomas y Ryan Phillipe.
Dirección: Robert Altman.
Género: comedia costumbrista.
Duración: 137 minutos.
Salas: El Cairo y Village.
Es el año 1932. El matrimonio de aristócratas sir William McCordle y lady Silvia reúne a sus amigos en su mansión de la campiña Gosford Park, a fin de participar de un día de caza. Allí se darán cita algunos matrimonios de la nobleza inglesa y un par de artistas que triunfan en Hollywood. Los invitados y la servidumbre se mueven en la casona como dos bandos aunque no enfrentados sí notablemente diferenciados. Hasta que al filo de la medianoche se produce un asesinato.
Como en "Ciudad de ángeles", Altman inicia la historia de "Gosford Park" con una mezcolanza de personajes y situaciones más o menos pueriles, donde el relato no reconoce rápidamente protagonistas. La típica comedia costumbrista y ácida del director de "MASH" aparece en escena con todos sus ingredientes, con aditamentos del cine clásico inglés. El filme tiene dos partes bien diferenciadas, aquella que sucede entre los mayordomos y sirvientes y la que tiene lugar entre la clase alta, donde no es oro todo lo que reluce.
El ritmo de este filme de estructura coral es pausado y bien marcado. Una mezcla de "La mansión Howard" y las novelas de intriga de Agatha Christie. El asesinato es la bisagra del relato, y es aquí donde la película falla y se queda a mitad de camino, ya que no logra atrapar nunca desde el suspenso, porque todo se vuelve bastante previsible. Los amantes de la sátira costumbrista de Altman la pasarán en grande, en cambio quienes busquen el suspenso se arrepentirán de haber elegido "Gosford Park".
J.L.C.
"Nostalgias del pasado"
*** \Intérpretes: Anthony Hopkins, David Morse, Mika Boorem, Anton Yelchin y Hope Davis.
Dirección: Scott Hicks.
Género: drama.
Duración: 98 minutos.
Salas: Del Siglo y Village.
El filme de Scott Hicks cuenta la relación entre un niño huérfano de padre y un misterioso hombre mayor en los años 50 en Estados Unidos. Para el niño, el encuentro fue decisivo y es él mismo, ya mayor, quien un día rememora todo el asunto cuando regresa a la casa de su infancia.
El hombre mayor, interpretado por Anthony Hopkins, alquila una habitación a la madre del niño y le descubre a éste un mundo nuevo, donde curiosidad y peligro se dan la mano, aunque el peligro, que un primer momento puede parecer sexual, es de otra índole y se relaciona con la época del macartismo en los Estados Unidos.
La película es correcta y el inagotable talento de Anthony Hopkins la hace digna de ver, aunque sin dudas no se puede decir que sea una producción inolvidable. Lo mejor de todo, además del papel de Hopkins, es el tono con que se cuenta la historia, aunque quizá Scott Hicks revela demasiado pronto lo que en la narración de Stephen King, en la que se basa el filme, tarda mucho más en ponerse en evidencia.
Con algún toque de los fenómenos paranormales que hicieron famoso a Stephen King, la historia tiene algunas líneas que son aplicables más allá de ese contexto, como aquellas en las que el personaje del hombre mayor le recomienda a su joven amigo que piense en un hecho feliz de su vida cuando se sienta acorralado por las sombras ominosas de sus enemigos.
F.T.
"Tras líneas enemigas"
** \Intérpretes: Owen Wilson, Gene Hackman y Gabriel Macht.
Dirección: John Moore.
Género: bélico.
Duración: 113 minutos.
Salas: Monumental, Del Siglo y Village.
Cada vez resultan más escasas las películas sobre la guerra con argumentos creíbles. El filme de John Moore no es la excepción y, a poco de iniciarse, comienza a caer, sin remedio, como un globo sin gas. La historia involucra a dos pilotos de la marina norteamericana quienes son enviados desde un portaaviones apostado en el mar Adriático, en una misión de reconocimiento sobre territorios de la ex Yugoslavia. Hastiados por la falta de acción, los aviadores se apartan del corredor aéreo permitido para las fuerzas de la Otán y detectan movimientos de tropas en un bosque donde no debería haberlo y su nave es derribada sobre campo enemigo.
Desde allí en adelante la película es un ejercicio donde abundan los golpes bajos y todo es tan previsible que, con 20 minutos menos, no hubiera perdido nada. Owen Wilson (teniente Burnett) es "el muchachito", en una composición que no se distingue demasiado del papel de modelo que jugó en "Zoolander", algo que no resulta halagüeño para quien debe convencer que es un piloto preparado para sobrevivir al ataque de un ejército completo de serbios enardecidos. Gene Hackman (Reigart), por su parte, en el papel de sufrido comandante del portaaviones que lucha entre lo que mandan los reglamentos militares y el deber de todo norteamericano de "sacar al muchacho de allí", tampoco convence.
En el último tramo de la película, cuando uno espera un repunte (milagroso en este caso), se produce el gran desembarco artístico en el lugar común, puerto inevitable para un director que sólo consiguió buenos efectos especiales.
M.M.