Año CXXXV
 Nº 49.400
Rosario,
domingo  24 de
febrero de 2002
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Un programa difícil de olvidar
Mazer dijo que con el fallido reality show no empezó ni terminó su carrera

Muy cuestionada por su intervención en "Reality Reality", Mazer señaló que a pesar de las malas críticas y la poca audiencia, "el envío me sirvió porque estuve en un estado meditativo durante 56 días. La pena fue que la producción no lo vio y no hizo nada con eso". Sobre ese "estado meditativo" amplió: "Esa situación te pone muy vulnerable y te permite sacar lo mejor de un actor. El problema fue que se especuló para sacar lo peor".
Los medios hasta juzgaron que el programa había perjudicado seriamente la carrera de la actriz. Mazer deslindó culpas: "La propuesta inicial era honesta y válida. El fracaso de nuestro reality no fue mi responsabilidad. Yo lo transcurrí con la precisión con que encaro otros trabajos y no tuvo que ver con una necesidad económica". Luego aclaró que el error fue no utilizar el formato del reality para el lucimiento de los actores. "Yo no sabía que iban a buscar escándalos entre los participantes para subir la audiencia", se quejó.
Asimismo y si bien la intérprete aseveró que el programa la desilusionó, también sostuvo que allí pasaron "cosas fuertes y maravillosas que la gente y los críticos nunca sabrán".
Faltó audiencia, el programa navegó sin rumbo y encima los actores cobraron en patacones; una andanada de problemas que Mazer prefiere soslayar: "Lo positivo de la experiencia fue que yo me propuse investigar el funcionamiento de la convivencia y la supervivencia entre actores como requisito para la realización de un acto creativo". Y no faltaron las aclaraciones del caso. "El aislamiento como el yoga, las drogas, la danza, el canto, pueden producir un estado alterado de conciencia, donde llegas a puntos de percepción muy extremos. En ese contacto tan directo con sensaciones de conciencia movilizadoras lográs un trabajo creativo superior".
Según la actriz, el inconveniente final fue que nadie percibió su búsqueda y que la edición final no la reflejó. "Sinceramente, yo fui a hacer mi trabajo personal, y la producción hizo lo que quiso. Pero el reality fue un riesgo que asumí como tantas veces en mi profesión. Mi carrera no empezó ni terminó ahí", finalizó.


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