"Lo que revirtieron los jugadores es elogiable y hay que respetar al jugador de este club porque a partir de ahora se verá un Newell's distinto". Julio Alberto Zamora se mostraba calmo. Toda aquella ansiedad y el nerviosismo que acumuló a lo largo de todo el encuentro ya se habían disipado. Parecía que le había vuelto el alma al cuerpo. Por eso en la conferencia de prensa se lo notó tranquilo y a cada momento repetía una y otra vez que "el mérito del triunfo es del equipo". "Creo que se jugó un partido para siete puntos. Los 90 minutos lo hizo de la misma manera y eso es lo que me deja tranquilo. Lo bueno fue que se revirtió un resultado que en otras ocasiones por la situación en que se estaba se perdía por goleada", agregó el Negro, quien lucía un elegante traje sport negro con una remera blanca. El Coloso parecía un terreno complicado, donde las victorias rojinegras escaseaban. Y los hinchas reclamaban una y otra vez por una alegría en su estadio. Ayer se logró luego de ir abajo por dos goles y por eso el festejo loco de la gente y la despedida aplaudiendo a sus jugadores como hacía mucho tiempo no ocurría. Más allá de todo eso, para el Negro el triunfo no tuvo un sabor especial. "Pienso que el jugador de Newell's no tiene que sentir que es especial sino que hicieron un buen partido y se merecen todo esto y mucho más porque estamos defendiendo una gran institución y camiseta. La gente se fue contenta más allá de que en algún momento desconfiaba del resultado". "Desde mañana (por hoy) comenzaremos a trabajar para seguir levantando el ánimo, porque este plantel venía con un déficit bastante grande en ese aspecto", concluyó.
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