La plaza ganadera sigue moviéndose al compás de la ley de oferta y demanda, donde la escasez de novillada apta para exportación sigue restringida por falta de animales y los precios reflejan la puja de los compradores, al trepar por encima de los 90 centavos promedio por kilo vivo. Industriales del sector explicaron que faltan novillos del kilaje y calidad que se necesitan para integrar la jugosa Hilton y embarcar el mayor tonelaje de carnes posible de los 28 mil que componen el cupo con que Argentina participa en el mundo cada año. Si no se consiguen esos 15 a 16 kilos de cortes de alta calidad -cuartos traseros-, antes de junio de este año, buena parte de la cuota se habrá perdido, a menos que resulten exitosas las gestiones que continúa realizando el designado secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y alimentación (Sapya), Miguel Paulón. En forma paralela a la necesidad de la industria frigorífica exportadora de hacerse de buenas reses, los empresarios tiemblan, literalmente, porque una suba desmedida en los valores de la hacienda podría descolocarlos frente a los de la plaza internacional. En realidad, desde ese sector se espera que la novillada no se escape más allá de lo previsible, porque corren riesgo de perder su cupo de participación en la Hilton.
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