El ministro de Educación de Santa Fe, Alejandro Rébola, está convencido de que "la inmensa mayoría de los docentes" respalda su gestión. Sin embargo, que el gremio de los maestros realice un escrache frente a su casa no deja de preocuparlo: "Se lo están haciendo a mi esposa y a mis tres hijos, que no tienen nada que ver". No obstante, el funcionario aseguró que la protesta no "logrará detener la restructuración en los establecimientos terciarios" y tampoco evitará que comiencen las clases el 4 de marzo próximo. La esposa de Rébola junto a sus tres hijos permanecieron en la casa de Montevideo al 2500 mientras los docentes nucleados en Amsafé realizaron el escrache con serenatas y mariachis. "Se quedaron porque es su casa y porque no tienen nada que ocultar. Es una decisión que tomamos en familia", comentó el ministro a La Capital desde Santa Fe. En cuanto a la metodología de la protesta, Rébola la catalogó como "autoritaria". Dijo que "en otra época era aceptable porque se señalaba a los genocidas, pero hacerle esto a un ministro de un gobierno democrático me parece una barbaridad", expresó. "Además se lo están haciendo a alguien que en la época del Proceso debió esconderse en la casa de un amigo para que no lo mataran", recordó. Rébola confesó estar "triste", pero no con bronca. No despotricó contra el gremio; sin embargo, dijo que atrás de estas manifestaciones "siempre se mezclan cuestiones políticas". De lo que sí está seguro es que los maestros no piensan igual que los dirigentes de Amsafé. "La inmensa mayoría de los docentes está de mi lado", aseguró. El ministro desafió al gremio a que sigan haciendo este tipo de manifestaciones porque está convencido de algo: "No voy a resignar defender la educación por más escrache que me hagan". "Yo puedo solucionar muchas cosas en educación, pero no puedo fabricar plata", manifestó.
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