Sergio Roulier / La Capital
Con mariachis, serenatas y batucada, los docentes escracharon ayer al ministro de Educación de la provincia, Alejandro Rébola, frente a su domicilio particular en Rosario. La protesta tuvo color, música y fuertes críticas hacia el ajuste que se viene en la Educación santafesina. La personalizaron en la figura del funcionario y los cánticos apuntaron hacia él. Hasta le dedicaron una serenata y bailaron en la cuadra donde vive. Unas 300 personas participaron de la movilización que arrancó en la sede gremial y a la que se sumaron vecinos con aplausos y algunas cacerolas. Fue un nuevo escrache organizado por el gremio de los docentes (Amsafé) en la casa del cuestionado ministro. Ayer también se hizo un acto en la localidad de San Jorge de donde es oriundo Rébola. Para el lunes está prevista una concentración en la sede local del ministerio y el 28 de febrero habrá una marcha provincial a la ciudad de Santa Fe. Los maestros están en contra del ajuste de 22 millones de pesos que se anunció en Educación e incluye la disponibilidad de 308 docentes de la EGB, la suspensión de 3.800 horas de tutores y otros tantas en los institutos terciarios. La marcha de ayer contó con la animación del grupo de mariachis Veracruz, que la encabezó por las calles que separan el local gremial de la casa del ministro, en Montevideo al 2500. Los músicos no perdieron la ocasión de repartir tarjetas para contratarlos. Entonaron serenatas, boleros y cerraron con los acordes de la canción "Adelita", pero con la letra modificada en alusión al funcionario y a la que titularon "Rebolita". A la caravana, de una media cuadra de extensión, se sumaron maestros -la mayoría mujeres y de diferentes edades-, y representantes de los universitarios, madres de Plaza 25 de Mayo y agrupaciones de izquierda. La casa del ministro estaba custodiada por 12 policías y tenía las persianas cerradas. Rébola aseguró que su familia estaba adentro. Los cánticos apuntaron hacia él y el gobernador Carlos Reutemann. Hasta una pancarta los retrató a ambos, rodeados de dólares, donde al ministro se le hizo cargo de la "destrucción de la educación" como los docentes identificaron al recorte anunciado. "A Rébola le trajimos una serenata para que se deje de guitarrear", arengó una maestra. Luego siguió el discurso de Stela Michalek, de Amsafé Rosario, quien prometió "más movilizaciones" para rechazar la poda. En lugar del ajuste, reclamó "que el ministro, los diputados y senadores, los funcionarios y los traidores a la patria, se bajen los sueldos". Luego los maestros entonaron el himno nacional y le dieron rienda suelta a la batucada. El grupo de docentes no era uniforme. Algunos más radicalizados cantaron por su cuenta, llevaron su propia batucada y fueron más duros todavía con el funcionario. Hasta llegaron a ponerse frente al grupo liderado por la conducción gremial. Y luego, se fue cada uno por su lado.
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