El líder interino de Afganistán, Hamid Karzai, viajó ayer a Washington para reunirse con el presidente estadounidense, George W. Bush, mientras continuaba la búsqueda de remanentes talibanes y de Al Qaeda en territorio afgano. Pero a medida que el devastado país daba los primeros pasos hacia la estabilidad, líderes de tribus cuestionaban la creación de una comisión designada por la ONU para convocar una asamblea, diciendo que algunos de sus miembros exiliados desconocían las necesidades del pueblo afgano. En Washington, el secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, intervino en una controversia sobre el trato que se le está dando a 158 talibanes y combatientes de Al Qaeda que se encuentran detenidos en una prisión construida apresuradamente en Cuba. Powell pidió a Bush reconsiderar una decisión de no clasificar a los detenidos como prisioneros de guerra, indicó un informe estadounidense. Hasta el momento los detenidos están clasificados como "combatientes ilegales".(Reuters)
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