Los industriales muebleros están expectantes. Se muestran esperanzados en un resurgimiento del sector en un mediano plazo, si -según expresan- se toman las medidas que vienen reclamando en los últimos años. Una de ellas es que los muebles importados, básicamente de Brasil, entren con el dólar libre, cómo en el caso de cigarrillos y bebidas. Los fabricantes confían en la gestión del ministro de la Producción José de Mendiguren, con quien tienen un contacto cercano, a partir de la gestión del funcionario en la UIA. Hasta enero de 1998 los muebles argentinos entraban al mercado brasileño, pero después de la devaluación del real fue imposible acceder a él y, por el contrario, la producción brasileña tomó entre el 70 y el 80% del mercado local. Eduardo Turri, presidente de la Cámara del Mueble de Cañada de Gómez, sostiene que la industria no se pudo desarrollar. "Compramos la idea de la reconversión y nos quedamos con las máquinas paradas en el galpón", dijo. "Si bien tenemos mucho importado, tendrán que ponerse en movimiento los talleres parados", agregó el dirigente empresario. En este sentido, los muebleros ven con agrado el nuevo tipo de cambio. "Con este nuevo equilibrio podríamos acercarnos a los precios del mueble de Brasil, y creemos que a un precio similar la gente optaría por un diseño como el nuestro, y no tan estándar como el que viene de allá", dijo. Si bien el sector es uno de los más perjudicados con el modelo, no dejan de generar iniciativas. "A fin de mes vienen unos importadores norteamericanos a ver la producción de Cañada de Gómez, trabajamos en conjunto con el Estado para lograr contactos y después de siete meses de diseñar muebles para el mercado americano esperamos tener propuestas en concreto para los primeros envíos al exterior, después de un largo tiempo", enfatizó el empresario.
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