Washington. - El Pentágono suspendió temporalmente los vuelos de prisioneros capturados en Afganistán hacia la base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba, para ampliar las instalaciones carcelarias, adujeron funcionarios de Defensa. Sin embargo la crecientes críticas internacionales a las severas condiciones de detención de los 158 trasladados pueden ser el verdadero motivo de la suspensión. Asimismo, el Departamento de Estado sugirió que muchos de los detenidos en la base cubana podrían retornar a sus países de origen una vez interrogados y siempre que Estados Unidos reciban garantías de que serán sometidos a juicio.
Funcionarios del Pentágono y del cuartel general del Comando Sur en Miami dijeron que los vuelos militares a Guantánamo podrían reiniciarse tan pronto como la próxima semana.
La decisión de suspender los traslados fue anunciada en medio de duras críticas al trato que reciben los cautivos y la negativa estadounidense a admitirlos como prisioneros de guerra y otorgales el trato que dicta la Convención de Ginebra. El miércoles, Gran Bretaña y Alemania, dos aliados clave de EEUU, habían hecho público su desacuerdo con el tratamiento de los detenidos. Ayer, el canciller de España, país que detenta la presidencia rotativa de la Unión Europea, Josep Piqué, se sumó a esta línea crítica y aseguró que "los detenidos en Guantánamo son lo más parecido a un prisionero de guerra" y que por tanto deben recibir el trato que la Convención de Ginebra prevé para ellos.
Imágenes tomadas por reporteros muestran a hombres encapuchados, con los oídos tapados, encadenados y de pies y manos y obligados a estar largo tiempo de rodillas. Otros parecen estar bajo los efectos de fuertes sedantes por el modo encorvado e inseguro de caminar.
Cínicamente, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, comentó que los prisioneros "no tienen aire acondicionado, pero no sufren tampoco los rigores del invierno afgano". Ayer, el presidente George W. Bush se declaró "satisfecho" de las condiciones de detención en Guantánamo. Los presos pasan la mayor cantidad del tiempo en celdas individuales de mínima superficie con techo de chapa, en un país de clima tropical como es Cuba. Diarios europeos han designado a estas celdas "peores que perreras".
Organizaciones como Human Rights Watch y Amnesty, así como la comisaria para los refugiados de la ONU, Mary Robinson, denunciaron que lo que ocurre en Guantánamo viola los derechos humanos de los detenidos, y reclamaron que EEUU les conceda el estatus de prisioneros de guerra según exige la Convención de Ginebra.
Interrogatorios
Steve Lucas, portavoz del Comando Sur, informó que no ha comenzado aún el interrogatorio a los cautivos en Cuba y que un equipo interdisciplinario de expertos estadounidenses está determinando cuál es la mejor manera de coordinar la información que se obtenga, para evitar futuros ataques a Estados Unidos. "Uno de los principales objetivos de los interrogatorios es proteger a nuestro país de futuros ataques terroristas", dijo Lucas. "Yo creo que una de las razones de haber interrumpido los vuelos de prisioneros a Cuba es aprovechar la oportunidad de que tenemos en Guantánamo a lo peor de lo peor", agregó.
Pero EEUU sugirió ayer la posibilidad de repatriar a muchos de los detenidos. Lo informó Richard Armitage, número dos del Departamento de Estado, para quien, el objetivo prioritario es ahora "obtener la información en manos de los prisioneros para impedir otros atentados terroristas y saber en cual dirección actuar". Agregó que "pienso que una buena parte de los prisioneros serán entregados a los países donde vivían antes de trasladarse a Afganistán; queremos estar seguros de que cuando regresen a su patria serán objetos de investigaciones judiciales".
En cuanto a la suspensión de los traslados, funcionarios indicaron que el espacio era limitado en la base y que se estaban construyendo instalaciones permanentes de detención. "Han sido suspendidos por ahora", informó un funcionario, y agregó que Rumsfeld también examinaba la posibilidad de darle a los medios de prensa un acceso más cercano a los detenidos sin violar "el derecho a la privacidad" que éstos tienen. La Cruz Roja envió una misión y pudo entrevistarse a solas con los detenidos, pero no trascendió aún ningún informe de esta organización humanitaria.
En Los Angeles, un abogado, antiguo secretario de Justicia de Lyndon Johnson en los años 60, presentó un recurso de hábeas corpus en favor de los detenidos, que fue admitido a estudio por un tribunal de esa ciudad californiana. La iniciativa apunta a denotar que los arrestados viven en un limbo jurídico, ya que EEUU no los considera prisioneros de guerra pero tampoco los somete a jurisdicción alguna. (Reuters)