Por la ruta 5, frente a Santa Rosa de Calamuchita, el desvío por un camino serrano que se interna en el corazón de las Sierras Chicas permite realizar un paseo que reconforta y emociona espiritualmente al visitante: el monasterio Nuestra Señora de la Paz, de los monjes benedictinos. Luego de pasar por el Parador de la Montaña y la Villa Judicial, y tras andar unos 15 kilómetros por un camino serpenteante pero accesible, la moderna construcción del monasterio benedictino aparece como un oasis en el medio de la calma sólo alterada por el canto de los pájaros. Allí, una veintena de monjes dedica sus días a la oración y al intenso contacto con Dios, y abre sus puertas para compartir su pureza con el visitante. De esta manera, las misas dominicales en el pequeño templo se convierten en una maravillosa experiencia de vida, muy difícil de olvidar. Más prosaicos, pero casi con la misma espiritualidad que se trasunta en cada rincón del monasterio, los dulces y licores artesanales elaborados por los religiosos son toda una tentación para el turista.
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