Manifestantes arrojaron anoche bombas molotov y piedras contra las puertas de los bancos Boston y Río y de la AFJP Siembra, ubicados sobre la porteña avenida de Mayo, que se prendieron fuego. La sede del Galicia, ya destruida en otra protesta, fue objeto de pintadas. Un pequeño grupo, que no superó las 20 personas, se desprendió de las columnas principales que marcharon a la Plaza de Mayo en repudio a la cruenta represión del 19 y 20 de diciembre pasado y lanzó las molotov y las piedras contra la central de la AFJP y los bancos. También fueron dañados otros comercios ubicados sobre la avenida. Tras cometer los desmanes, los agresores -que estaban encapuchados- escaparon del lugar a bordo de un colectivo de la línea 60. El grupo recibió el fuerte rechazo del resto de los manifestantes, que hasta ese momento se desconcentraban en forma pacífica. Lo cierto es que el acto realizado en la histórica plaza por agrupaciones de derechos humanos e izquierda, además de la CTA, la Fuba y el ARI, se desarrolló con absoluta normalidad. La manifestación, que comenzó frente al Congreso (lo que motivó el asueto administrativo para sus empleados) y concluyó en la plaza bajo la consigna "La sangre derramada no será negociada", recordó a los muertos durante las protestas que provocaron el alejamiento del Fernando de la Rúa de la presidencia. Las agrupaciones responsabilizaron "por los asesinatos" al ex mandatario, al ex ministro del Interior Ramón Mestre, al ex secretario de Seguridad Enrique Mathov y al ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos. Y reclamaron que esos ex funcionarios, al igual que el personal policial que haya estado involucrado en la represión, "tengan un juicio y sean castigados". Fuentes judiciales revelaron que cuatro de las víctimas fatales que dejó la represión fueron asesinadas con escopetas que habrían sido usadas por los policías, mientras que una quinta persona recibió un proyectil disparado por una pistola. Por su parte, la jueza María Servini de Cubría indagó durante esta semana a doce comisarios que están sospechados por los homicidios. Todos habrían coincidido en sostener que sólo cumplieron órdenes. Mañana se cumplirá un mes desde que una ruidosa manifestación terminó echando primero a Domingo Cavallo del Ministerio de Economía y luego a De la Rúa. Las protestas, con saqueos y movilizaciones, dejaron más de 25 muertos en todo el país.
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