La crisis multiplicó ayer las protestas de todo tipo y por distintos motivos a lo largo y ancho del país. Los reclamos de pago de sueldos y las demandas a políticos para que se bajen sus dietas, que incluyeron incidentes en Córdoba, Santiago del Estero y Entre Ríos (hubo al menos 17 heridos y más de 30 detenidos), marcaron el pulso de una jornada muy agitada, que concluyó con dos bancos atacados con bombas molotov en la Capital Federal (ver aparte).
Esta última escena se vivió previamente en la casa del vicegobernador entrerriano, Edelmiro Pauletti, donde se encontraban su esposa y su hija, quienes resultaron ilesas. Ocurrió pasadas las 2, tras un cacerolazo convocado por los jubilados, a los que se les adeudan tres meses.
Además, las marchas y cortes de rutas -pacíficos- se reiteraron en la Capital Federal, el conurbano bonaerense, el Gran La Plata, Jujuy, Formosa, Neuquén y Mar del Plata.
En Río Cuarto (Córdoba) hubo al menos 7 policías heridos y 14 detenidos por los incidentes registrados durante la madrugada, en el marco de un cacerolazo organizado por el Centro Empresario para que los políticos se bajen las dietas, entre otras demandas.
Varios manifestantes saltaron la verja de la casa del jefe del bloque de diputados nacionales del PJ, Humberto Roggero, y pintaron "ladrón" en el frente, que también fue blanco de piedras y bombas de alquitrán. Luego fueron hasta la finca del diputado Gumersindo Alonso.
Poco después, la policía debió proteger a los ediles, quienes huyeron despavoridos del Concejo Deliberante con los primeros huevazos y piedrazos, y hubo represión. También fueron atacados tres bancos.
En Santiago del Estero, los municipales reclamaron por sus sueldos frente a la Municipalidad, que sufrió la rotura de sus ventanales. La policía respondió con balas de goma y gases lacrimógenos, hiriendo a 10 personas.
En tanto, en Neuquén, tres mil personas se movilizaron por el centro de esa ciudad para exigir la liberación del titular de ATE, Julio Fuentes, y de otros tres sindicalistas, detenidos hace más de una semana bajo el cargo de agresión a un funcionario provincial.
Paralelamente, la capital formoseña fue epicentro de dos manifestaciones (municipales y desocupados), que incluyeron la quema de basura y cacerolazos.
En Jujuy, desocupados de la Corriente Clasista Combativa (CCC) realizaron por quinto día consecutivo cortes de rutas en diversos puntos de esa provincia. Reclaman puestos de trabajo, bolsones alimentarios y la continuidad de los planes laborales que vencieron el 31 de diciembre de 2001.
La Quiaca terminó con las crucifixiones simbólicas que encabezó el cura párroco Jesús Olmedo. La ciudad amaneció con una relativa calma después de los graves incidentes del jueves, que dejaron 20 detenidos y viviendas particulares de algunos concejales del PJ y funcionarios apedreadas. Varios ediles fueron agredidos físicamente y la Intendencia quedó totalmente destruida. El gobierno jujeño no intervendrá el municipio.
Los estatales sanjuaninos cumplieron un paro total de actividades, con cortes de calles y tomas simbólicas de edificios públicos, en contra del pago fraccionado y en Lecop de salarios atrasados.
En la Capital Federal, trabajadores de la salud agrupados en ATE marcharon por el centro porteño para exigir una política sanitaria y que los hospitales sean abastecidos de insumos.
A su vez, empleados del Ministerio de Economía realizaron una batucada para pedir el pago del medio aguinaldo. Además, trabajadores de la empresa de colectivos Transporte del Oeste repudiaron frente al Citibank la incautación de unidades por las deudas de la compañía.
En La Plata, empleados del Consejo del Menor y la Familia reclamaron frente a la Casa de Gobierno el pago de sueldos adeudados. También hubo una protesta de docentes bonaerenses en Ensenada. Asimismo, desocupados de la CCC peticionaron ante la Municipalidad de Almirante Brown bolsones de alimentos, un plan de asistencia social y puestos de trabajo.
Por su parte, empleados municipales marplatenses se movilizaron para exigir el pago de sus salarios.
Además, comerciantes, dirigentes empresarios y camioneros, entre otros, convirtieron ayer a la Capital Federal, Rosario y Córdoba en los ejes de las protestas contra el corralito financiero.
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La Ciudad
