El euro, la moneda única europea, entró en circulación a primera hora de ayer, culminando un proceso iniciado tres décadas atrás que concreta el más ambicioso cambio de divisa de la historia. La nueva moneda será utilizada por más de 300 millones de ciudadanos de la Unión Europea (UE) que a partir de ahora podrán comprar fácilmente en el conjunto del bloque comercial de países sin tener que cambiar la moneda cuando cruzan las fronteras.
La entrada en circulación de la divisa representa "un cambio radical del cual Europa saldrá muy fuerte", dijo ayer en Viena el presidente de la Comisión europea, el italiano Romano Prodi.
"Se trata de un cambio radical en la historia europea. Europa será mucho más fuerte y mucho más importante. La próxima etapa es la ampliación. El euro hace a Europa más profunda y más solidaria. El euro es un símbolo de la unidad europea, un sueño hecho realidad", dijo Prodi.
Por su parte, el comisario europeo para los Asuntos económicos, el español Pedro Solbes, dijo ayer que el primer balance sobre el proceso del cambio al euro es positivo.
La Comisión Europea manifestó también su satisfacción por el comienzo de la circulación de monedas y billetes del euro aunque consideró crucial y como "la prueba verdadera" lo que ocurra hoy.
"Esperamos que todo vaya bien", dijo en Bruselas un portavoz del Ejecutivo comunitario, quien añadió que con el comienzo de las operaciones normales de comercios, empresas y consumidores en general se podrá valorar el funcionamiento de la nueva moneda.
Avalancha hacia los cajeros
Los habitantes de los 12 países europeos que integran la unión monetaria europea acudieron en masa, pasadas las 23 del martes a retirar el euro de los cajeros automáticos para tener en sus manos, por primera vez, los nuevos billetes apenas impresos. En función de esa situación en algunos países se produjeron algunos inconvenientes en los cajeros que fueron solucionados con el correr de las horas. "Las noticias que nos llegan de los Estados miembros, no señalan particulares problemas", dijo Solbes.
El portavoz del Bundesbank, el Banco Central de Alemania Ulrich Brueggemann comentó que, sin embargo, el marco (moneda alemana) seguía prevaleciendo en las primeras operaciones, especialmente a la hora de dar vueltos. "No se puede esperar otra cosa, la conversión a una nueva moneda no puede suceder de forma inmediata, la gente necesita su tiempo", dijo.
El Papa también se sumó a los saludos por la aparición del euro al realizar un "especial augurio de paz y de prosperidad a los países de la Unión Europea que hoy, con la moneda única, alcanzan una meta histórica".
"Espero que esto favorezca el pleno desarrollo de los ciudadanos de los diversos países, crezcan en toda Europa la justicia y solidaridad, en ventaja de toda la familia humana", subrayó Juan Pablo II.
A partir de ayer están en circulación unos 15.000 millones de billetes y 50.000 millones de monedas en 12 de los 15 miembros de la UE: Alemania, Austria, Bélgica, Francia, España, Grecia, Finlandia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal. Dinamarca, Suecia y Gran Bretaña son las tres naciones que por ahora no adhieren al proyecto de la moneda única.
En ese sentido, el viceministro británico de Asuntos Exteriores y responsable de los asuntos europeos, Peter Hain, advirtió ayer que el Reino Unido puede perder su posición como potencia europea "decisiva" si opta por quedarse fuera del euro, como propone el Partido Conservador..
Por otra parte Rusia, calificó ayer el estreno del euro como "un proyecto grandioso" de unificación, todo lo contrario de lo que le pasó al rublo hace diez años, cuando la divisa soviética se desintegró en quince monedas distintas.
Pero los máximos responsables financieros del Kremlin no dejaron dudas de sus intenciones de seguir aferrándose por ahora al dólar, aunque vaticinaron un parcial trasvase al euro a medio plazo.
Un euro equivale aproximadamente a 0,88 centavos de dólar. Las monedas de 1, 2, 5, 10, 20, 50 centésimos, y de 1 y 2 euros, tienen una cara común para los 12 países comunitarios. Cada nación puede colocar en el anverso una imagen nacional, es decir las monedas serán distintas según los países pero su circulación será forzosa en toda la comunidad. También lo utilizarán el Vaticano, San Marino y Andorra.
La Ciudad
