Pablo Mihal
La temporada 2001 del vóley cerró con un récord histórico, una marca propia para el Libro de los Guinness. El equipo femenino de primera división de Gimnasia y Esgrima Rosario logró superar los 100 partidos invicto (en total ya suman 108) además de conseguir el sexto campeonato consecutivo. Esto no es casual. Es el resultado de un trabajo intenso que se dio, si se quiere, de manera rápida. Para fundamentar este hecho sin precedentes, en una primera mirada podría decirse que el potencial de las jugadoras mens sana se vuelca en un volumen de juego superlativo que, cuando se traduce en la ofensiva, es determinante. Sabido es que el vóley es un deporte lógico donde la táctica y la estrategia se han vuelto fundamentales y que la conjunción de jugadores y cuerpo técnico cobra una vital importancia. Y Gimnasia lo tiene. Finalmente si a esto se le suma una estructura como la que poseen los auriazules, donde los técnicos de divisiones inferiores trabajan acorde a las necesidades de su primera división, los frutos de este cóctel caen por su propio peso. Lo curioso del caso es que el récord impuesto no fue planeado desde un primer momento. "Sabíamos cuál era el último que habíamos perdido, pero no teníamos el número exacto de cuántos partidos habíamos jugado en el medio. Cuando sacamos la cuenta, estábamos cerquita de los 100 y fue recién ahí que nos propusimos alcanzar esa marca. Ahora que la superamos no nos pusimos otra marca, de llegar a.El invicto es algo motivador, es lindo y creo que refleja la armonía entre las partes (jugadoras-cuerpo técnico-institución) pero no es un objetivo en sí mismo. No es un campeonato", señaló Roberto Woelflin, entrenador de la primera división femenina mens sana, al comenzar el diálogo con Ovacion. La génesis de este momento que atraviesan los mens sana data de 1995 cuando Gimnasia puso un coordinador técnico (que baja las grandes líneas a seguir) y reorganizó el vóley. Los números dejan traslucir los resultados que fueron casi inmediatos en todas las divisiones. En el 95 una sola de las categorías de inferiores ganó el torneo; en el 96 ya fueron tres las que se alzaron con sendos títulos y desde 1997 al 2000 ganaron en todas las divisiones. De más está remarcar los logros: las cifras son abrumadoras.
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