Año CXXXV
 Nº 49.337
Rosario,
viernes  21 de
diciembre de 2001
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Gritos y empujones para tener una caja de comida

"Que la gente no se acerque al acceso principal para no tener incidentes con la policía", suena desde un altavoz de la entrada del Mercado de Productores, donde la policía custodia. Claro, son más de dos mil las personas que se agolpan en la esquina de Castellanos y 27 de Febrero para recibir cajas de comida. Y cuando los ocho camiones con alimentos finalmente llegan, el barrio muestra su peor cara.
Entre gritos y empujones, mujeres, chicos y hombres se arrojan contra los vehículos. No hay listas ni registros de lo que se está entregando. Para dispersarlos, la policía dispara al aire.
"Hace de las 7 de la mañana que estoy de acá para allá, esperando que me den algo", dice una mujer mientras se aleja del lugar con las manos vacías.
Por la zona se corrió la voz de que los camiones están en la esquina del Mercado y desde todas las calle laterales llega gente en busca de comida. "Es un despelote", comenta un policía que ve la escena desde lejos.
Con desesperación, la gente se agolpa y pide a los gritos que le den algo. Mientras la policía intenta "contenerlos", los empleados de la Secretaría de Promoción Social se ven desbordados. "Tirále las cajas, tirálas", grita un hombre, que no ve la hora de desaparecer el lugar.
"Nos tratan como animales", protesta una joven, con claros indicios de estar embarazada.
Frente a la desoladora postal, hay dos distribuidoras de productos alimenticios y de limpieza. Tanto los dueños de Parodi SRL como los de Eduviges Distribuidora de Galletitas y Golosinas hacen guardia en los techos de los locales con rifles en la mano.
Más que prevenidos, los comerciantes ya habían soldado las persianas de los locales para evitar que la gente saqueara los comercios.
Los tiros de la policía siguen sonando y las dos mil cajas de comida que la Municipalidad acercó hasta el lugar están a punto de acabarse. Y un agente intenta que cientos de personas hagan cola frente al último camión que queda.
Con angustia, una mujer se queja: "Cuando a las personas se las trata como animales, reaccionan como animales".


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