"La apetencia política es tan descarnada e irrefrenable que el país se vuelve absolutamente ingobernable. Da la impresión que estamos en anarquía", dijo ayer el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Mirás. Un día antes, el purpurado se mezcló con los que tienen hambre, más precisamente con aquellos que saquearon los súper de Villa Banana. Un día después, y con una relativa tranquilidad, el obispo dijo que "si se quiere una Argentina nueva todos los sectores tienen que renunciar a algo, sobre todo el político". Y dejó en claro que la Iglesia no quiere "ser parte del clientelismo". Además de insinuar que a las personas que pedían o robaban comida se sumaron los llamados "infiltrados", Mirás sostuvo que "las fuerzas de seguridad fueron desbordadas" y convocó a los fieles a rezar por la paz el domingo en las iglesias de Rosario. Para el prelado, los robos y cacerolazos "son una forma de decir el pueblo ya no quiere saber de qué se trata, sino que quiere que se lo atienda y se lo tenga en cuenta". La presencia de Mirás en el descontrol que se vivió en Villa Banana llamó la atención de muchos. Es que pocos recuerdan que un arzobispo haya ingresado alguna vez en medio de un saqueo para tranquilizar a la gente. -¿Sirvió su presencia en ese foco de saqueo? -Después de que me fui creo que los ánimos se tranquilizaron un poco. -¿Lo volvería a hacer? -Sí, si hiciera falta. Mirás se reunió ayer pasadas las 10 con el intendente Hermes Binner, quien llegó acompañado por el secretario general de la Municipalidad, Juan Carlos Zabalza. "El intendente vino a saludarme y a traerme los datos de los heridos y fallecidos" en los enfrentamientos de anteayer, contó. -¿La Iglesia debería participar en la asistencia? -No tenemos infraestructura para hacer un reparto de cajas y aparte no sabríamos a quién dárselas. ¿Por qué a unos sí y a otros no? No queremos ser parte de ningún clientelismo. Para Mirás, la solución es "lograr paz y planes nuevos, porque ahora se fue (Domingo) Cavallo. Pero si ahora viene otro y siguen con el mismo plan no quiere decir que ganó la Argentina, sólo va a tener una cara nueva, nada más".
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