"Aunque sólo uno haya causado las lesiones, esto fue el resultado de la acción de todos", dijo el juez de cámara Rubén Jukic en el fallo que confirmó la pena en suspenso a los tres patoteros que participaron de la agresión a Pereyra y Lozano. Pero su colega Guillermo Fierro no opinó lo mismo: para él, la Justicia debería establecer exactamente qué rol jugó cada uno e individualizar la sanción que le corresponde.
Según Jukic, la víctima de este ataque fue el grupo que integraban Pereyra y Lozano. Y esa agresión, dijo, fue el resultado programado, querido y buscado del grupo que los atacó.
"Un grupo de 12 a 20 personas se confabuló para golpear y lesionar a otro de 6 ó 7. No se necesita demostrar que todos y cada uno de los agresores pusieron la mano en todos y cada uno de los lesionados", dijo Jukic. Para este camarista, lo que ocurrió en Mendoza y Castellanos fue parte de la misma agresión que ocurrió frente a media cuadra, en la salida de Space. Por eso coincidió con la sanción del juez Kesuani y votó por confirmar la pena.
"Distinguir lo que no es idéntico"
Fierro, en cambio, opinó otra cosa. "Cada uno debe hacerse cargo de lo que hace", dijo y opinó que es necesario "distinguir lo que no es idéntico", es decir sancionar a cada uno de los participantes por lo que realmente hizo y no a todos por igual simplemente por haber integrado el grupo agresor.
Para Fierro, Torres, Serra y Castro deben ser calificados como cómplices primarios de los otros y no como coautores de las lesiones, entre otras razones porque no está acreditado que ellos las hayan causado por más que hubieran ayudado a los autores.
Aún así, la sentencia salió confirmada porque el tercer juez de la Sala IV, Antonio Paolicelli, votó por su ratificación.