La enérgica manifestación popular que surgió anoche tras el dictado del estado de sitio provocó la renuncia del ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo. En una frenética madrugada, mientras miles de personas ocupaban la Plaza de Mayo exigiendo el cambio de la política económica y repudiando a la dirigencia política y sindical se filtró la versión informativa (luego confirmada) sobre la dimisión de Cavallo. Al mismo tiempo en que los canales de noticias lanzaban la renuncia de Cavallo, La Capital se comunicó con el vocero presidencial, Juan Pablo Baylac, quien en un aporte más a la confusión general se mostró sorprendido por la especie: "Me entero por ustedes, llámenme en quince minutos, voy a tratar de confirmarlo". La noticia, sin embargo, ya estaba confirmada. Tras una jornada trágica, cargada de saqueos y violencia, el presidente de la Nación se vio obligado a pronunciar un mensaje en el que pidió a la población "mantener la calma" y denunció la existencia de "violentos" que aprovecharon la situación de desborde social que sacudió al país para crear el caos. De inmediato, las manifestaciones se sucedieron en las principales ciudades de la Argentina y, en la Plaza de Mayo, un grito unificó las voluntades: "¡Que se vayan!". Miles de personas también se congregaron frente al domicilio de Cavallo, donde no faltaron forcejeos entre la manifestación y los efectivos policiales que custodiaban el edificio del jefe de Hacienda. Pasada la 1 de la madrugada, la Policía Federal reprimió con gases lacrimógenos a la multitud que se manifestaba contra el estado de sitio frente a la Casa de Gobierno, a pesar de que la protesta se había desarrollado hasta ese momento en forma pacífica. La manifestación estaba compuesta mayormente por familias de clase media y jóvenes, y no había agrupaciones políticas a excepción de las Madres de Plaza de Mayo e Hijos. Cerca de la 1.30 fuentes oficiales reconfirmaron que Cavallo le presentó al presidente De la Rúa su renuncia al cargo. "El titular del Palacio de Hacienda le llevó al jefe de Estado su renuncia a la quinta de Olivos", dijeron los voceros. De acuerdo con los mismos portavoces, Cavallo habría requerido que el gobierno le brinde seguridad personal, dada la situación de crisis social imperante en la Capital Federal. Entre los reemplazantes de Cavallo, los voceros mencionaron esta madrugada a dos hombres de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel) -que capitanea Ricardo López Murphy-Manuel Solanet y Daniel Artana. La Capital pudo saber que el presidente le ofreció en un primer momento la conducción económica al ministro de Relaciones Exteriores, Adalberto Rodríguez Giavarini, quien declinó el convite. Mientras comenzaban a incendiarse las palmeras de la Plaza de Mayo por la represión policial, el gabinete en pleno le presentó la renuncia a De la Rúa. "Se tomará su tiempo y aceptará varias de ellas", confió una fuente que mantuvo contacto permanente con la Residencia de Olivos. "Esto incluye la de Cavallo", dijo una fuente del gobierno. Cavallo asumió el cargo en marzo y durante su gestión implementó una baterías de medidas que no sirvió para reactivar una economía estancada desde 1998 y que disparó los índices de pobreza y desempleo. Los saqueos de supermercados y comercios en todo el país, la violencia generalizada convertida en anarquía y los, al menos, siete muertos, llevaron a De la Rúa a decretar un estado de sitio de 30 días. Cerca de las 2 de esta madrugada una gran cantidad de personas se autoconvocó en la mismísima residencia presidencial de Olivos en rechazo a la política económica del gobierno y el estado de sitio. Los vecinos comenzaron con una ronda alrededor del lugar con cacerolas, bombos, bocinas y cánticos contra el estado de sitio, mientras un grupo de la Guardia de Infantería se apostaba en el lugar. A esa hora, y mientras comenzaban a arder las puertas del Ministerio de Economía, el titular de la CGT, Rodolfo Daer, se enancó en la protesta popular y vociferó: "Se tiene que ir De la Rúa". El mandatario pareció no tener alternativa, toda vez que el peronismo se aprestaba a convocar a la Asamblea Legislativa para cambiar el rumbo de la economía, según lo admitió el senador Jorge Yoma. "Lo de Cavallo fue un parto: duró nueve meses", quiso chicanear esta madrugada un dirigente radical santafesino, quizás sin saber que hasta la propia Casa de Gobierno estaba rodeada por las llamas.
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