Año CXXXV
 Nº 49.336
Rosario,
jueves  20 de
diciembre de 2001
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Los hinchas agotaron en tres horas las 28 mil localidades
En Racing se pelearon por una entrada
Nadie quería perderse el partido con Vélez

En unas tres horas se agotaron las entradas generales puestas a la venta ayer en Racing Club para el crucial partido del próximo domingo ante Vélez Sarsfield, por la última fecha del torneo Apertura, en una mañana plena de desmanes, corridas, enfrentamientos entre hinchas y de estos con la policía en las inmediaciones del estadio de la Academia.
Varios hinchas de Racing sufrieron lesiones o principios de asfixia al enfrentarse con la policía o por ser apretujados por la multitud que desbordó todas las previsiones y se agolpó delante del estadio en procura de entradas para el encuentro del domingo, al cabo del cual los albicelestes pueden coronarse campeones después de 35 años.
Los intentos de los escasos policías presentes en el lugar por encauzar la fila de compradores resultaron inútiles, ya que fueron continuas las avalanchas de los más rezagados por ganar mejores lugares en la cola para llegar antes a las boleterías.
A poco de comenzar la venta de generales y plateas, antes de la hora indicada originalmente, se produjeron los primeros incidentes, cuando algunos de los más retrasados en la cola presionaron hacia adelante, lo que motivó forcejeos entre hinchas, derribo de vallas de contención y enfrentamientos con la policía, que intervino para restablecer el orden.
Poco después, mientras los contusos o los que habían sufrido principios de asfixia se recuperaban, se produjeron nuevos disturbios, esta vez con corridas por la calle Colón y nuevos choques con la policía de tal intensidad que obligaron a una suspensión de la venta durante varios minutos.
Una vez reanudado el expendio de localidades, se produjeron nuevos desmanes, esta vez cuando los organizadores habilitaron también las boleterías del playón de estacionamiento.
Sin embargo, lejos de ordenarse, los hinchas produjeron otra avalancha de grandes proporciones en una carrera sin control hacia las nuevas ventanillas, tras derribar a fuerza de presión el portón metálico de acceso al playón, que se derrumbó con gran estrépito.
Una vez dentro del playón un grupo numeroso de hinchas que se volcaron sobre las ventanillas se enfrentó con la policía, mientras la multitud entonaba cánticos hostiles contra el presidente de la gerenciadora Blanquiceleste S.A., Fernando Marín.
Los nuevos disturbios arrojaron más contusos e hinchas con principio de asfixia, al ser virtualmente aplastados contra el portón por los que presionaban por acercarse, o contra las mismas ventanillas.
Desde muy temprano se formaron dos largas colas frente a las ventanillas del estadio, con una más extensa y nutrida de compradores de populares (12 mil disponibles), que se extendía hacia el estadio de Independiente y otra de quienes deseaban hacerse de plateas (16 mil en total).
En los primeros lugares de las filas se apostaban muchos aficionados que habían pernoctado en el lugar, y aún más, con hinchas que llevaban casi dos días a la espera de hacerse de su boleto para el domingo.
Durante la madrugada, animada con guitarreadas, rondas de mate y truco, y hasta un partido de fútbol entre hinchas sobre la calle Colón, se registraron nuevos incidentes.
En ese caso, algunos de los aficionados de los primeros lugares detectaron y desalojaron de la fila a otros que se habían adelantado irregularmente en la cola.
La concurrencia de miles de hinchas de Racing en Avellaneda, pues esta vez no se habilitaron boleterías en la sede de Villa del Parque y en el Luna Park, reflejó la gran expectativa de la Academia, que con sólo obtener un punto ante Vélez conseguirá el titulo de campeón de la Argentina, un logro que no disfruta desde hace 35 años. (DyN)



La presión por conseguir una entrada generó violencia.
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