Sergio Faletto
La incertidumbre institucional que invade a Rosario Central potencia la atención en el proyecto de asociación deportiva con Barcelona de España, iniciativa que se encuentra en los contactos preliminares y que sin dudas su concreción, en caso de que así suceda, demandará un período de tiempo considerable debido a que la entidad catalana funciona ajustada a una organización en la que no hay espacio para las improvisaciones. Más allá del resultado de este proyecto, lo importante hoy es resaltar que es verdad lo que dijo oportunamente César Luis Menotti -gestor de este contacto- sobre el interés de Barcelona en conectarse con Central. Así lo demuestran las copias de los fax que el 11 y 13 de diciembre remitió el director general deportivo del Barça, Anton Parera, al secretario auriazul Néstor Mascó y al propio Menotti, respectivamente. En la carta al directivo canalla, el responsable deportivo del club catalán propone que una delegación azulgrana visite a Rosario Central en la primera quincena de enero, "con el fin de evaluar el motivo de nuestra conversación y para ver el potencial de crecimiento de su fútbol base, así como evaluar las técnicas de estudio del mismo e intercambiar el máximo de información entre ambas instituciones". En tanto, en el fax a Menotti el alto dirigente español se expresa en un tono más intimista, y tras notificarlo de la carta enviada a Mascó le manifiesta: "Como ves, vamos desarrollando las ideas que teníamos aunque no con la celeridad deseable por parte del señor Mascó. Tú, que conoces como pocos no tan sólo esta casa como el entorno, comprenderás que las urgencias que tú hiciste célebres, nos impiden ir al ritmo que desearíamos". Cuando Anton alude a las "urgencias" ratifica también lo que días atrás relataba el Flaco Menotti en diálogo con Ovacion, con respecto a cómo los resultados adversos alteran la realidad de Barcelona. "Ellos pierden y el mundo se les viene abajo, entonces todo lo demás queda en un segundo plano", comentaba el ex entrenador del Barça. Vale aclarar que estas notas que confirman el contacto y el interés de Barcelona en interiorizarse sobre el potencial futbolístico de Central, como así la política administrativa, no aseguran la concreción de la asociación deportiva. No obstante, y mientras se aguarda el desenlace de este proyecto con la entidad catalana, los actuales directivos y todos aquellos que quieren serlo tienen la responsabilidad de crear un clima de concertación política para ofrecer las diferentes alternativas que le permitan al club que dicen defender una salida a la difícil situación que atraviesa. Situación que se complica aún más por una actualidad política fragmentada, que presenta un presidente en uso de licencia, una conducción en ejercicio que enfrenta problemas económicos e institucionales, con una oposición que libra una batalla legal en la Fiscalía de Estado, y con otras agrupaciones en estado de formación. El proyecto de asociación deportiva entre Central y Barcelona es una posibilidad, pero sería letal para la entidad de Arroyito que fuera la única.
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