Al menos seis heridos en Neuquén, disturbios en Córdoba, veinte colectivos apedreados y tres taxis incendiados fueron los incidentes más relevantes que se produjeron durante el paro nacional convocado por las tres centrales obreras.
Además, en la ciudad bonaerense de Pergamino, un grupo de manifestantes que participaba de una protesta convocada por la CGT disidente ingresó en la sede de la Municipalidad y provocó serios daños hasta que fue desalojado por la Gendarmería (ver página 9).
El descontento, incluso, se trasladó hasta el domicilio de Domingo Cavallo. Manifestantes que dijeron ser camioneros del gremio que lidera el jefe de la CGT disidente Hugo Moyano, se instalaron frente al lujoso edificio de Avenida del Libertador y Ortiz de Ocampo para hacer explotar poderosas bombas de estruendo, al tiempo que se escuchaban gruesos insultos contra el ministro.
Los hechos más violentos se produjeron en Neuquén donde la policía reprimió con gases lacrimógenos una marcha de unos cinco mil desocupados que rompió ventanas de una repartición pública, lanzó bombas incendiarias en su interior y pintó consignas en las paredes de la Casa de Gobierno.
El centro neuquino, en un radio de quince cuadras, fue un caos ya que los efectivos de la Infantería persiguieron con gases y balas de goma a los manifestantes que, a su vez, lanzaban piedras.
Luego de la dispersión provocada por la acción de los gases, los manifestantes comenzaron a reagruparse a lo largo de la avenida Argentina, la más importante de la ciudad, conformando piquetes en distintas esquinas y algunos de ellos se refugiaron en el hospital Castro Rendón, desde donde contestaron a la represión policial lanzando baldozas y piedras.
Según fuentes médicas, al menos seis personas fueron atendidas con diversas contusiones en la guardia de ese hospital provincial.
Casi al mismo tiempo, un grupo de manifestantes de la columna del sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, que participaba de la marcha de estatales, rompió a pedradas los ventanales de las sucursales de los bancos Galicia y Francés situados en las esquinas de avenida Colón y Sucre. Además fueron atacados los edificios de los diarios Ambito Financiero y La Mañana de Córdoba donde, incluso, fue agredido un camarógrafo del Canal 12.
En la Ciudad de Buenos Aires, al igual que en Mar del Plata, los incidentes tuvieron como blanco el transporte público, con el claro objetivo de amedrentar a los dueños de taxis y colectivos para evitar que salieran a conducir sus unidades.
También tuvo trabajo la Brigada de Explosivos de la Policía Federal que debió actuar y hacer detonar un paquete sospechoso hallado frente a un banco del barrio de Caballito, tras lo cual se comprobó que se trataba de un cartucho de tinta para fotocopiadoras.
A las 21 del miércoles, en un cantero situado en la esquina de Bartolomé Mitre y Riobamba, en proximidades del Congreso, fueron halladas cuatro bombas molotov envueltas en un bolso abandonado, sin que llegaran a explotar.
En La Plata, una bomba molotov explotó frente a una sucursal del Banco Nación en La Plata y provocó la rotura de los vidrios de la entidad, y en Mar del Plata una bomba casera explotó en la sucursal del Banco Francés del barrio Constitución y provocó un incendio y la rotura de los vidrios.
Después de la delicada situación que le tocó vivir al gobernador de San Juan, el radical Alfredo Avelín, que estuvo al borde de ser agredido físicamente por maestras encolerizadas que reclamaban el cobro de sus sueldos, dos legisladores de esa provincia fueron atacados a huevazos por estatales que protestaban porque el gobierno paga la totalidad de sus salarios en Lecop.
Finalmente, en Mendoza, la corresponsal del Canal 26, Claudia Farina, fue golpeada e insultada por un grupo de militantes de la filial del gremio bancario.
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La Ciudad
