El desempleo promedio en la Argentina alcanzó los niveles registrados durante el efecto "tequila", en mayo 1995, cuando la tasa llegó al 18,4 por ciento. Según cifras extraoficiales la desocupación de octubre de este año es del 18,3 por ciento, según una encuesta realizada previamente a la profundización de la depresión operada en las últimas semanas. La encuesta marcará un incremento del desempleo de poco más de cuatro puntos respecto de la medición de octubre de 2000, cuando el indicador fue del 14,7 por ciento, con lo cual el número de desempleados en el país estaría en el orden de los 2,7 millones de personas. Según indicó el titular de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), Ernesto Kritz, "los números de octubre no van a ser sorpresivos, estarán en un orden similar al del tequila, entre el 18,5 y el 18,6 por ciento, con algunas diferencia de solo décimas". De acuerdo con la explicación de Kritz, entre octubre de 2000 y el mismo mes de este año, se habrían destruido unos 300 mil puestos de trabajo, por efecto de la contracción del mercado interno. El director de la SEL indicó que "en tres años de recesión la desocupación subió 6 puntos, desde el 12,4, en octubre de 1998, a los niveles actuales". En realidad, durante la presente crisis, la Argentina perdió todos los puestos de trabajo que había logrado recuperar durante la primavera económica de 1996 y 1998, que siguió a la crisis del efecto tequila en 1995, año que se llegó al récord de 18,4 %. Durante ese corto período de reverdecer económico, en el cual se pudo superar el primer gran shock externo que sufrió la convertibilidad, el desempleo cayó al 12,4 por ciento, es decir 6 puntos. Pero según señaló Kritz, el problema que enfrenta la Argentina ahora es que la naturaleza del desempleo y el mercado laboral de la época del tequila es diferente al actual. "En primer lugar el salario medio ha bajado respecto de esa época y además ahora hay destrucción de empleo en todos los sectores mientras que durante aquella crisis había sectores en expansión, como los servicios", sostuvo el director de la SEL. Por otro lado, explicó que entre 1990 y 1995 el desempleo fue estructural al modelo, ya que expresaba los cambios que se estaban llevando a cabo en el estado y a través de la apertura de la economía. En cambio, ahora, casi finalizado ese proceso, la desocupación "está mucho más asociada al ciclo económico", indicó Kritz, por lo que el indicador responde más rápidamente a los momentos de expansión o contracción. Por otro lado, Kritz indicó que "durante los tres meses anteriores a la medición de la EPH, el 30 por ciento de las empresas redujo los salarios de su personal el 15 por ciento". La tasa de desocupación se triplicó en los últimos 10 años, ya que en 1991 ese índice daba solo 6 por ciento. Durante el default de la deuda externa de 1988, la desocupación solo fue del 6,1 por ciento.
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