Sin dudas esta no será una noche cualquiera. Es que el 9 de diciembre de 2001 pasará a ser un día histórico para todos aquellos que tienen que ver con Tiro Federal, e incluso para los amantes del fútbol rosarino. Después de mucho tiempo, y por primera vez desde que participa en los torneos argentinos, los tirolenses serán locales en su propia casa. Tras cuatro temporadas haciendo de local en Argentino y Central Córdoba, el estadio de Casilda y Matienzo será el testigo de la participación de los Tigres en los campeonatos afistas. Desde aquella primera cancha en la calle Humberto 1º hasta ahora han pasado casi cien años, y en ellos el equipo de barrio Ludueña vivió las mieles del éxito y soportó los sinsabores de la derrota. Incluso, entre tantas idas y vueltas, Tiro se mudó por veinte años a 27 de Febrero y Moreno, antes de volver al barrio que lo vio nacer. En el plano deportivo, Tiro Federal fue protagonista de los torneos de Primera C y Primera B de la Asociación del Fútbol Argentino hasta 1962, cuando sus dirigentes resolvieron desafiliarse. Después, los constantes cambios económicos del país lo llevaron incluso al propio descenso en la Rosarina, de donde empezó a despegar en 1997. Ahora los tirolenses vuelven a Ludueña, con un estadio totalmente remodelado. Dos tribunas nuevas, cuatrocientas plateas, cabinas de transmisión, luz artificial, baños, un campo de juego en impecables condiciones y todas las comodidades necesarias para que los hinchas puedan disfrutar del espectáculo como corresponde. El sueño de la casa propia se hizo realidad, mientras la mayoría de los clubes argentinos vienen en picada, Tiro Federal proyecta a futuro y aunque en el fútbol lo más importante es el resultado, los de Ludueña son un ejemplo a imitar por su tarea afuera de la cancha.
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