Para el seleccionado argentino jugar ante Inglaterra en un Mundial se transformó en un clásico, ya sea por cuestiones extradeportivas, por fallos arbitrales, por goles de notable factura o por tantos que no debieron ser sancionados. La primera vez que jugaron argentinos e ingleses fue en el Mundial de Chile 1962, en el estadio Braden de la ciudad de Rancagua, y los europeos vencieron por 3 a 1. Flowers, de penal, abrió el marcador, amplió Bobby Charlton y luego convirtió el tercero Greaves, descontando José Sanfilippo para el equipo que dirigía el recientemente fallecido Juan Carlos Lorenzo. El 23 de julio de 1966, cuando Inglaterra hizo el Mundial en su casa, venció a Argentina, otra vez con la conducción del recientemente fallecido Juan Carlos Lorenzo, en Wembley, por 1 a 0, con gol de Geoffrey Hurst, en cuartos de final. Un cuestionado arbitraje del alemán Rudolph Kreitlein, la expulsión de Ubaldo Rattin y el grito de los hinchas ingleses tildando de animals (animales) a los argentinos. Allí nació la rivalidad. El tercer partido recién se jugó el 22 de junio de 1986, en el Mundial de México y en el estadio azteca del Distrito Federal, por los cuartos de final. Apenas habían transcurrido cuatro años de la absurda guerra del Atlántico Sur y las heridas no habían cicatrizado, por eso el partido fue considerado como algo mucho más importante que una competencia deportiva. Dos goles de Diego Maradona, uno con la mano y el restante que puede ser considerado como el más increíble de la historia de los mundiales, tras convertir dejando a cuanto inglés le salió al cruce, en un derroche de magia y talento. Los ingleses nunca perdonaron esa "Mano de dios" de Diego y el partido decididamente pasó a ser un clásico mundial. En 1998, Mundial de Francia, argentinos e ingleses volvieron a verse las caras. Deseos de revancha de los británicos, ganas de reafirmar la supremacía por parte de los dirigidos por Daniel Passarella. Fue en Saint Etienne y por los octavos de final. Argentina se puso 1 a 0 con gol de Gabriel Batistuta de penal e igualó Alan Shearer mediante la misma vía. Michael Owen, en electrizante corrida, estableció el 2 a 1 inglés e igualó sobre el final del primer tiempo Javier Zanetti luego de un tiro libre, en jugada preparada. No hubo más goles, pero si la expulsión de David Beckham, en infantil reacción luego de una infracción de Diego Simeone. Se jugó el alargue, con gol de oro y todo siguió igual. En la definición por penales Argentina eliminó por segundo Mundial consecutivo a los británicos luego de que Carlos Roa le atajó los remates a Ince y Batty. El 7 de junio del año que viene, en la ciudad japonesa de Sapporo se jugará el clásico Argentina-Inglaterra, el primero del siglo. Otra oportunidad para dar rienda suelta a la pasión y una irrefrenable rivalidad deportiva. (Télam)
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