El estilo que pregona el internacional dinamarqués Kim Nielsen, elegido para dirigir el encuentro que definirá la 22ª edición de la Copa Intercontinental de clubes entre Boca Juniors y Bayern Munich, ingresa dentro de los cánones que posee la mayoría de los representantes del referato europeo.
Poco amigo del diálogo con los jugadores aunque tampoco se trata de un tarjetero a la manía de Javier Castrilli.
Por lo pronto, Nielsen se caracteriza por ser un pulcro interpretador del reglamento, pese a que a veces deje llevarse por falsas apreciaciones.
El recuerdo que los argentinos pueden tener del dinamarqués será, por lo menos, risueño (en algunos casos, hasta agradable).
Es que el juez que hoy buscará controlar el choque entre auriazules y bávaros condujo el Argentina-Inglaterra del Mundial Francia 98. Y una acción quedó grabada.
Apenas se había iniciado la segunda parte de un encuentro peleado y con incierto desarrollo, cuando Diego Simeone se dejó caer ante una aparente violenta entrada de David Beckham.
¿El resultado? El dinamarqués, quien no había apreciado totalmente la maniobra, se confundió, le marcó el camino de las duchas al británico y los dirigidos por Daniel Passarella tuvieron en aquella oportunidad una chance más que clara para adueñarse del desarrollo y del tanteador.
Sin embargo, hubo que sufrir hasta los penales, cuando aparecieron las salvadoras manos de Carlos Roa.
Y durante la semana pasada, el danés controló el cotejo que por Copa Uefa desarrollaron Ipswich Town de Inglaterra y el Inter italiano dirigido por Héctor Cúper.
Allí, Nielsen se mostró poco propicio a dejarse influenciar, no penó con demasiada severidad algunas faltas y hasta se confundió en la interpretación de la ley del fuera de juego. (Télam)
| |
La Ciudad
