Año CXXXV
 Nº 49.313
Rosario,
martes  27 de
noviembre de 2001
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Después de los éxitos de 1978 y 2000, intentará hoy, desde las 7.10 y ante el Bayern Munich, un nuevo halago internacional
Boca, por la triple corona
Los xeneizes jugarán en el Estadio Nacional de Tokio ante un equipo que llega con sensibles bajas. Dirige el danés Kim Nielsen. Televisa PSN

El supuesto handicap que representa haber llegado antes para aclimatarse y tener un único frente de batalla declarado desde hace algunos meses realza las chances de Boca Juniors para retener mañana la Copa Intercontinental de Clubes, y convertirse en el primer equipo argentino en ganarla tres veces y dos en forma consecutiva, cuando enfrente en Japón al Bayern Munich alemán, conjunto que en las últimas horas sufrió bajas por lesiones y además tiene la cabeza puesta en otros torneos.
El decisivo encuentro de la 22ª edición de la Toyota Cup se llevará a cabo en el estadio Nacional de Tokio, se iniciará a las 19.10 hora local (7.10 de Argentina), se televisará en directo para todo el país por la señal de cable PSN y contará con el arbitraje del dinamarqués Kim Nielsen.
Ni uno es tan punto ni el otro tan banca. En la ruleta de los argumentos futbolísticos que tienen auriazules y bávaros, el equilibrio se convirtió en el denominador común a partir -según dicen algunos entendidos- de las inoportunas lesiones que sufrió en los últimos tiempos el conjunto dirigido por Ottmar Hitzfeld, a priori favorito, por una cuestión de mejor calidad de individualidades y de funcionamiento colectivo.
Sin embargo, las deserciones del goleador paraguayo Roque Santa Cruz, del armador bosnio Hasan Salihamidzic y la última del generador de juego Stefan Effenberg parecen nivelar la balanza contra la salida por lesión de Walter Gaitán anticipada ayer, para establecer que Boca y Bayern parten juntos en la carrera desde una misma posición.
La fantasía y ese plus de calidad que ostenta Juan Román Riquelme, la ganadora convicción de su arquero colombiano Oscar Córdoba, la batalladora entrega de su compatriota Mauricio Serna y el tándem que pueden armar el mellizo Guillermo Barros Schelotto y Marcelo Delgado en el ataque, ¿alcanza?
Cierto es que el partido será cerrado (tal como pronosticaron varios jugadores auriazules) y que aquel equipo que menos se desconcentre tiene mayores chances de éxito.
Pero también lo es que un yerro puede costar caro y tirar por la borda todo lo hecho hasta aquí. Entonces, la final de la 22ª edición de la Copa Intercontinental de Clubes se resolverá a 90 minutos y en su defecto, si no hay ganador en el tiempo reglamentario, mediante penales. Ni uno es tan banca, ni el otro tan punto. Ya se verá cuando la pelota comience a rodar por el campo de juego del estadio Nacional. (Télam)



Los xeneizes realizaron el reconocimiento del estadio.
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