Año CXXXV
 Nº 49.310
Rosario,
sábado  24 de
noviembre de 2001
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La artista ofreció "No seré feliz pero tengo marido"
María del Carmen Valenzuela: "Soy parte de la historia televisiva"
La actriz dijo que es un desafío interpretar en la obra teatral un rol exactamente opuesto a su personalidad

Rodolfo Bella

María del Carmen Valenzuela se encuentra en el último tramo de la gira de "No seré pero tengo marido", que fue presentada anoche en la sala Luz y Fuerza y con la que recorrió gran parte del país. Con treinta y ocho años de carrera televisiva, Valenzuela debió someterse a "meses de terapia y pasar por algún ataque de llanto" para esta experiencia sobre el escenario. El esfuerzo valió la pena, sobre todo porque el desafío consistió en interpretar un personaje opuesto a ella. En diálogo con Escenario Valenzuela contó: "No tengo absolutamente nada que ver con el personaje de la obra. Me identifico más con la Torda que interpretaba en "Campeones" o la Verónica Moreno, de "Primicias". Aunque llegué a 25 años de matrimonio, siempre fui una mina laburante y empecé a trabajar a los siete años, a parar la olla junto con mi viejo". La actriz no dudó en considerar que es "un pez en el agua" cuando se trata de ese medio, lo cual, sin embargo, encuentra su límite en los reality shows.
-¿Cómo viviste la experiencia sobre el escenario?
-Primero con un pánico muy grande porque nunca había hecho un unipersonal. Subirme al escenario me daba mucho miedo porque la única contención era yo misma, en un relato que le hago al público mirándolos a la cara, y tenía terror de que alguna cara me condicionara. Al principio me llevó muchas sesiones de terapia, mis hijos me han visto llorar por esta impotencia de sentir que no me podía subir al escenario y hoy se revirtió totalmente. Ahora es un disfrute total.
-Finalmente estás descansando de la televisión después de años...
-(Risas) Me adapto, digamos, pero las tiras cansan un poquito, porque son muchas horas de trabajo, donde tu vida privada queda también un poquito de lado. Pero bueno, en este momento no hay otras ofertas.
-Hace 38 años que estás en la televisión, ¿sos un clásico de las tiras?
-El día que me ofrezcan un unitario se me va a caer la mandíbula, aunque los unitarios están bastante ausentes. Es muy poco lo que se hace, porque para los productores lo que más reditúa es la tira y para mí, ya es una costumbre que me ofrezcan una tira. Preferiría un unitario, aunque hoy se labura muchísimo. No es como antes que grababas nada más que dos días, uno de exteriores y uno de piso. Hoy estás entre tres y cuatro días porque se busca mucho más la perfección, la estética, el laburo actoral.
-¿Compartís los dramas de la señora de la obra, o estás más cerca de los personajes de "Campeones" o "Primicias"?
-El personaje de teatro no tiene nada que ver conmigo. Absolutamente nada que ver. Yo laburo desde los siete años cuando hice "Jacinta Pichimahuida", he parado la olla con mi viejo, colaboramos los dos en la casa y siempre fui una mina muy independiente. No hubo sometimiento de parte mía, aunque en mi matrimonio llegué a 25 años, que no es moco de pavo. Lo hablé con Viviana Gómez Thorpe y le dije que el personaje y yo somos dos polos totalmente opuestos. No me identifico para nada. Esa es su historia y estoy contando su historia, no la mía. De la Torda, que te puedo decir. . . la llevo en el corazón profundamente y hasta el día de hoy en las provincias o donde sea que voy me gritan Torda por la calle y me saludan por eso. Para mi alma es un halago muy grande que ese personaje haya pegado como pegó.
-¿Qué te aportó el trabajo en Pol-ka?
-Es un lugar donde se trabaja con mucha conciencia y mucho criterio, pero los ciclos empiezan y terminan y uno deambula por diferentes canales y productoras independientes. Eso lo tengo más que claro. Además creo que es una pauta que plantea Canal 13, no lo sé realmente si es así, pero me llegó la versión que el canal exige que cada tanto cambie de protagonistas. Me parece bárbaro. . . no, bárbaro no, me pareció lógico, pero tengo la esperanza de que alguna otra vez podamos volver a hacer algo con el Chueco (Adrián Suar).
-¿Cómo fue la experiencia con los criterios televisivos impuestos en Pol-ka?
-Se labura con mucha conciencia, con una estética diferente, con un compromiso mayor. Eso es lo que de alguna manera impone el Chueco. Cuando me ofrecen "Campeones" empiezo a conocer un poco de qué manera se labura, me gusta, me adapto, pero tres meses antes de que termine "Campeones" el Chueco me dice que me saca del programa y que me manda a "Primicias". Me dolió que la Torda se fuera y que no estuviera en el segundo año, pero esas son las reglas del juego. En "Primicias" mi desafío mayor era que el personaje de esta periodista, Verónica Moreno, no se pareciera a la Torda. Lo logré, me valió el premio Martín Fierro y mucha alegría, creo que lo logré.
-¿Los reality shows están transformando a la televisión?
-Creo que es una moda y está comprobado que el primer rating de "Gran Hermano" no es el mismo del segundo. Creo que en algún momento el interés de la gente va a decaer, dejará de interesarle porque la ficción siempre va a estar, va a aguantar. Personalmente me interesa un buen cuento bien contado, bien actuado, producido, con una buena estética, antes que engancharme con cosas triviales o muy superficiales como las que tienen que ver con los reality shows.
-¿Qué pensás de "Reality reality", el programa con los actores?
-Apoyo un poco más al reality show de los actores porque son colegas y porque están cobrando un sueldo, no lo que debieran, porque no están laburando diez o doce horas, sino veinticuatro. Además creo que la exposición, eso que el artista tiene y yo en lo personal resguardo mucho, eso que tiene que ver con mi vida privada y mis miserias, ahí está muy a la vista. Entonces no ganan lo que debieran, a diferencia de los chicos, que no cobran, pero después cuando salen sí cobran porque se transforman en algo, o conductor, en modelo o actriz.
-¿Aceptarías participar de uno?
-¡Ni en pedo. . .! teniendo en cuenta que mi vida privada es muy mía y muy valiosa. Además tengo tres hijos y no puedo estar encerrada en una casa sin tener contacto con mis tres pollos, de ninguna manera.
-¿Te sentís parte de la historia de la televisión?
-Totalmente, teniendo en cuenta que arranqué en "Jacinta Pichimahuida", a los siete años. Soy parte y a veces me preguntan que prefiero entre el teatro, el cine o la televisión y te puedo contestar que en la televisión soy como pez en el agua. Tengo los tiempos, los códigos, crecí con la televisión.



"No creo que hoy exista el feminismo", opinó la actriz.
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