Año CXXXV
 Nº 49.310
Rosario,
sábado  24 de
noviembre de 2001
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Una vida delante de la cámara
La actriz aseguró que su autoexigencia la impulsa a buscar la perfección

María del Carmen Valenzuela aseguró que treinta y ocho años de carrera, muchos de los cuales los pasó como actriz de televisión, no son motivo para definir la especialidad de un actor. Al respecto la intérprete, que protagonizó novelas clásicas en los años 70 y 80, aclaró que tantos años de trabajo en televisión no son una limitación a la hora de decidir subir a un escenario.
En ese sentido, explicó: "Soy muy autoexigente y cuando surgió el desafío de hacer este unipersonal prácticamente no dormía y mi cabeza estaba permanentemente involucrada en el teatro, buscando lo mejor y lo más parecido a la perfección. Me gustan las cosas prolijas, no me gusta fallar. A cada espacio le dedico su buen tiempo y su investigación".
No obstante su declarada comodidad laboral en ese medio, Valenzuela tiene una actitud crítica sobre algunos productos que, según ella, habría que rever como los programas de chismes. "Hay algunos programas de chismes me dan vergüenza ajena y otros que me hacen reír mucho. De todas maneras creo que hablan de las miserias de los actores o los ridiculizan. Siento que se ponen en jueces y juzgan cuando no debería ser así. Los veo como una página demasiado amarilla y me da un poco de bronca que la gente compre. Claro que a la gente le debe gustar".
En sintonía con esa opinión tolerante sobre los objetivos de esos programas, Valenzuela prefirió no enjuiciar a los actores que participan como invitados o a aquellos que son parte de los reality shows. "Cada uno tiene derecho a hacer lo que quiere. Yo no lo haría. No conduciría un programa de chimentos donde hablaría de colegas míos, no conduciría un reality show, creo que no me gratificaría. No los critico, además puede haber miles de razones por las cuales lo hacen, partiendo de la parte económica".
Valenzuela no cree que esos programas formen "parte de la cultura" argentina, un área "que está como el resto del país". "Hemos sufrido un recorte bastante pronunciado en nuestros sueldos. De todas maneras creo que siempre hay cinco o seis que de no los pueden bajar de donde están porque obviamente son estrellas".
En ese sentido añadió: "Estoy bastante desesperanzada. En principio decía que hay que pelear, hay que sacar esto adelante por nosotros, después pensé que había que sacarlo adelante por nuestros hijos y hoy lo que veo es que los chicos están muy muy perdidos, no tienen un referente importante. Cuando hablo con la gente concluimos que lo ultimo que hay que perder es la esperanza".


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