Cuando tenía 13 años Martha Argerich tuvo un encuentro con el presidente Juan Domingo Perón. La entrevista se produjo, según recuerda la pianista, de un modo misterioso, gracias a los oficios del señor Chávez, un empleado del teatro Colón. Chávez se había hecho amigo de los niños Martha Argerich y Bruno Gelberg que iban mucho al teatro, al ballet y a la ópera y también a ver al padre de Bruno, que era violista de la orquesta del Colón. "Nos vamos de portugueses", decía Chávez y llevaba de paseo a los chicos por todo el teatro. En una de esas giras le dijo a Argerich que le iba a conseguir una entrevista con Perón para que la ayude en su carrera. Argerich no creía que Chávez le consiguiese nada pero un día la llamaron y le avisaron que tenía una entrevista con Perón. Ella preguntó si podía ir acompañada, "porque era muy chica", y le dijeron que sí. La joven y su madre fueron recibidas por Perón. "El era simpatiquísimo y mi mamá quería quedar bien, entonces le dijo que yo tenía muchas ganas de tocar para la Unión de Estudiantes Secundarios. Yo puse una cara terrible y Perón me vio. Le dijo a mi mamá que sí, que por supuesto, pero a mí me hizo una seña por debajo de la mesa con un dedo diciéndome que no. Por supuesto, eso me conquistó".
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