Gustavo Conti
Juan José López se fue sin guardarse nada, pegándoles a los dirigentes. Era previsible. Daniel Teglia llegó eludiendo referirse al mismo contexto que impulsó la renuncia de su antecesor. Era previsible. Así transcurrió el cambio de figuritas en la conducción técnica de Rosario Central, en este período histórico de transición, como lo definió uno de los directivos renunciantes, que ahora parece que se extenderá demasiado. Si se revisaran en el archivo de Ovacion las declaraciones de Jota Jota se podrá concluir que su final lo venía anunciando desde hace mucho tiempo. Si se repasa todo lo que esperó Teglia para que le aseguraran un contrato como coordinador de inferiores, se podrá concluir que el nuevo DT continuaría hasta el final del Apertura, ya que estaría dispuesto a esperar "soluciones" antes que a detenerse en los "problemas" de pelear primero por la reivindicación de su salario, el que según confió el nuevo DT, estaría atrasado en al menos diez meses. Al menos eso dejó entrever ayer. López pasó a despedirse del plantel y hasta hubo jugadores que se enteraron allí mismo que se iba. Por eso se sorprendieron cuando Daniel Teglia tomó la posta de un entrenamiento tranquilo y dinámico, sin presencias de hinchas en la ciudad deportiva y apenas con la novedad de la reaparición de un jugador de inferiores, Fabián Carequita Pérez, quien regresó de Ecuador y ya obtuvo el visto bueno de Teglia para que se reincorpore a las prácticas. Antes de partir, Jota Jota no se perdió la oportunidad de seguir desparramando reproches a la actual conducción (ver página 4) e inclusive ayer corrió el rumor de que el detonante de su renuncia no sólo habría sido que no le trajeron la plata adeudada por los sueldos, sino que se enteró que no habría elecciones el 9 de diciembre como tanto se había dicho, y por lo tanto no había posibilidad de un cambio de panorama en el corto plazo. López tuvo claro que así no se iba ni para atrás ni para adelante y, como era lógico, partió prematuramente. Indudablemente, los ex dirigentes sabían el jueves que eso podía ocurrir y enseguida sacaron la carta de Teglia de la manga para seguir tirando con un hombre respetado, del club, que ha hecho un gran trabajo en inferiores y que es paciente para afrontar las dificultades. De todas formas, el cambio de técnico no hace presumir que se esté en vistas de la solución a los graves problemas que ensombrecen el presente y futuro de Central. Lejos se está de la suposición de que el nuevo DT podrá disimularlos. Por eso, a Jota Jota no le dio más la cara para seguir soportando y, desde ayer, Teglia puso la suya.
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