Nueva York.- Tres familias devastadas y una escuela católica, víctima otra vez de una pesadilla después del atentado a las Torres Gemelas, son otras de las historias que se cuentan en Rockaway ahora que tienen nombre las cinco víctimas provocadas por la caída, el lunes, en ese barrio de Nueva York del Airbus 300 de la American Airlines. Los muertos de Rockaway son los cónyuges Thomas y Helen Concannon, de 79 y 73 años, Kathleen Lawler, de 48 y su hijo Christopher, de 24. También pereció un hombre de 45 años, Franco Pomponio. La policía excluye que haya otras víctimas en el lugar además de los cinco vecinos sobre cuyas casas cayó el avión que volaba a Santo Domingo, y que llevaba a bordo 260 personas. Cuando el Airbus se precipitó sobre las casas de Belle Harbor, una de las zonas residenciales de Rockaway, tres familias también se hicieron pedazos. El matrimonio Concannon estaba integrado por dos tranquilos jubilados conocidos por todos en el barrio. Su casa era siempre visitada por sus cinco hijos y 14 nietos pero también por el hijo de los Lawler que vivían al lado. EL lunes, Kathleen Lawler se quedó en su casa, con su hijo Chris, estudiante universitario. El marido, Thomas, se había ido a jugar al golf, mientras las otras dos hijas estaban jugando al básquet en la escuela. La escuela católica es ahora otro de los epicentros del dolor. El 11 de septiembre, muchos estudiantes de esa institución habían perdido algún pariente en el ataque terrorista al World Trade Center. En la misma escuela estudia también Jennifer Pomponio, de 15 años, cuya casa estaba al lado de la de los Concannon y de los Lawler. Jennifer Pomponio el lunes estaba en su casa con su madre Gerry y su padre, Franco. El avión separó sus vidas: las dos mujeres se salvaron, en tanto Franco Pomponia dormía en la parte de la casa donde cayeron los fragmentos del Airbus. (Ansa)
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