"Las cámaras estaban funcionando. Tenemos un sistema instalado con 14 filmadoras en el Coloso y se pusieron en funcionamiento. Pero quizás no haya sido suficiente porque la policía emitió un comunicado (ver aparte) en el que solicita la presencia de testigos", afirmó ayer José García, encargado de prensa de Newell's. La consulta tenía sentido si se toma como referencia que ya el domingo por la noche las fuerzas policiales aseguraron que las imágenes eran lo suficientemente precarias como para no poder identificar ningún movimiento extraño en la popular visitante. A su turno, el intendente rojinegro, Juan Carlos Trovati, le aseguró a Ovacion que "hubo destrozos totales en los cuatro baños y también se produjo la rotura de un caño maestro y una docena de paraavalanchas. Eso, lógicamente, al estar incrustados en el hormigón generó el rompimiento de los escalones. También tiraron un tapial abajo", dijo Trovati, antes de seguir enumerando la lista de destrozos. "La cancha estaba regada de trozos de hormigón, se sacaron como dos o tres latas con ladrillos, los jardineros trabajaron toda la mañana y además constatamos que se produjo la destrucción de unos 15 tejidos que dan al vacío. Para serle gráfico le diría que jamás habíamos visto un destrozo de tamaña magnitud", concluyó Trovati mientras reconocía que aún no se realizó una evaluación económica de los daños. "Lo estamos calculando en este momento", concluyó el dirigente rojinegro encargado de la intendencia del club. Por su parte, Héctor Baldassi, el árbitro internacional que dirigió por primera vez el clásico, confirmó que lo sucedido al final del encuentro consta en el informe aunque negó mayores especificaciones. "Lo más correcto es que los primeros en enterarse sean los miembros del tribunal de disciplina, no puedo dar detalles. Sí le aseguró que figuran los incidentes del final", confesó Baldassi.
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