La posibilidad de que que se suspenda el censo previsto para el 17 y 18 de este mes significará una pérdida para el país de más de 87 millones de pesos. Pero esto no sería lo único. Si no se hace, "no sólo se derrocharía dinero, sino que también se perdería la posibilidad de obtener información que es crucial para trazar políticas de Estado", explicó a La Capital la directora del Instituto Provincial de Estadística y Censo (Ipec), Raquel Pellatelli, antes de ejemplificar: "No se podrá saber con exactitud cuántos son los desocupados que hay en el país". La funcionaria explicó que la tarea del censista es "una actividad cívica que permite obtener los datos para conocer con precisión la realidad del país". Esa información es requerida en forma permanente por los funcionarios tanto de áreas ejecutivas como legislativas de todo el país. Pellatelli apuntó que a través del censo se obtienen datos precisos de población y esa es una de las variables importante a la hora de que los gobiernos provinciales discutan con la Nación la asignación de los fondos de la coparticipación federal. El trabajo también permite conocer si un poblado dejó de ser comuna para convertirse en municipio o viceversa. "No realizar el censo impediría saber con exactitud cuántas personas desocupadas hay realmente en la Argentina", agregó la funcionaria. A través de este relevamiento que se realiza cada diez años se sabe cuál es la población de ancianos y cómo se distribuyen. A partir de allí se puede calcular si hay hospitales y sanatorios suficientes para hacer frente a la demanda y dónde es necesario reforzar la red sanitaria, por ejemplo. El relevamiento permite conocer si aumentó o disminuyó la tasa de natalidad en la última década. Los indicadores permiten observar cómo influye la crisis económica y la falta de trabajo en el número de nacimientos. A través del censo se determina con precisión cuántas son las personas con sus necesidades básicas insatisfechas. "Hasta ahora las cifras de que disponemos son estimaciones o datos ciertos del censo realizado en el 91. Pero es evidente que la realidad del país cambió y no sabemos exactamente cuánto", agregó Pellatelli. "Los gobiernos, los políticos, las universidades, las empresas, los maestros y hasta los directivos de escuela deben fijar políticas para que mejore la sociedad y eso se logra a través de los datos que se obtienen del censo" recalcó.
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