El presidente Fernando de la Rúa aseguró anoche que el gobierno nacional analizará la manera en que el Censo Nacional 2001 se lleve adelante a pesar de la decisión de los docentes de negarse a trabajar en el relevamiento. Indicó que la actitud de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) "no es contra el gobierno, sino contra el país", ya que la encuesta poblacional "es algo establecido por ley nacional" y negarse a concretarla implica afectar "los intereses del país y del pueblo argentino". Pero no precisó quiénes serán los encargados de llevarlo a cabo ni cuándo finalmente se hará.
La Ctera había decidido no realizar el censo, previsto para el sábado 17 y domingo 18 de este mes, como respuesta al atraso en el pago de las últimas cuotas del incentivo docente. E incluso fijó fecha para un paro: el próximo 22. Trascartón las autoridades del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) advirtieron que era "imposible" concretarlo sin la colaboración de los docentes. Pero anoche, cuando De la Rúa se retiraba de la Casa de Gobierno dijo que se consideraría "en las próximas horas realizarlo de todos modos".
Horas antes, la directora de difusión del censo, Noemí Muchnik, había remarcado la "evidencia" de que "no hay censo si no está el apoyo de los maestros, ya que sin esa estructura es imposible". En contraste, De la Rúa señaló anoche a la prensa que "es inexacto que se haya suspendido el censo" y lamentó que el gremio docente "se haya negado a colaborar".
En esa tónica el director del Indec, Héctor Montero, advirtió que el gremio de los docentes recibirá una "sanción social" por su rechazo a una convocatoria "cívica" que no depende "del gobierno de turno", y aseguró que la posible suspensión del censo traerá "desprestigio internacional" para la Argentina.
Para llevar adelante este censo era necesaria la participación de 500 mil docentes de todo el país, de los cuales 40 mil eran de la provincia de Santa Fe. El gobierno nacional invirtió más de 87 millones de pesos en los últimos cuatro años. Este año se asignaron fondos por 57 millones, 23 de los cuales servirían para pagar a la estructura educativa, pero los docentes reclamaron que previamente se actualicen los pagos por incentivo. Seguramente los montos en juego convencieron a De la Rúa para que negara la suspensión del censo.
"La Argentina tuvo que hacer un gran sacrificio para tratar de poner en marcha este censo", afirmó el titular nacional de Estadística Social y de Población del Indec, Alejandro Giusti. A renglón seguido recalcó que "el jefe de Gabinete de Ministros, Chrystian Colombo, firmó los papeles que garantizaban el pago a quienes participaran de la tarea". Se había determinado que los maestros de áreas urbanas percibirían 44 pesos y los que censaran en sectores rurales cobrarían 50 pesos. Pero no se aceptó.
"Sabemos de las necesidades de los docentes pero esperábamos que colaboraran una vez más, teniendo en cuenta la importancia que tiene para el país la realización de un censo", agregó Giusti.
Cumplir sólo tareas docentes
"No vamos a hacer el censo", afirmó categóricamente la secretaria general de Ctera, Marta Maffei, al término del plenario de delegados de todo el país que se reunió ayer en Capital Federal para analizar si participaban del relevamiento programado por el Indec.
Si bien la gremialista destacó que "el censo es importante", puntualizó que los maestros sólo se ajustarán a sus tareas educativas. "Nosotros enseñamos y no vamos a hacer otro trabajo. Hay millones de ciudadanos que pueden hacer el censo", agregó Maffei.
"Si esto era tan importante para el país, el gobierno debió haber pensado desde hace meses cómo podía garantizar las condiciones de salarios de los maestros. Pero ni siquiera movió un dedo", protestó el secretario adjunto de la Ctera, Hugo Yasky.
Los docentes de todo el país están en pie de guerra porque a los recortes presupuestarios se sumó el incumplimento en el pago del fondo de incentivo.
"Si para (Domingo) Cavallo el incentivo es parte del pasado, el gobierno deberá asumir que la carpa blanca es parte del futuro", ironizó Yasky.
El secretario general de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), José Tessa, indicó que "la decisión de no participar del censo fue unánime" y puntualizó que el congreso de Ctera resolvió "realizar movilizaciones e instalar carpas en las distintas provincias".
Los docentes también anunciaron un paro el próximo 22 y la conducción del gremio resolverá cuándo y donde volverá a instalarse la Carpa Blanca de la Dignidad, que estuvo plantada durante mil días frente al Congreso de la Nación y que se desmanteló cuando De la Rúa asumió la presidencia y prometió pagar el incentivo.