"La mandolina del capitán Corelli" puso de nuevo en circulación en Hollywood el tema de las adaptaciones al cine de libros de éxito. En este caso se trata de la novela homónima de Louis de Bernieres. Sin embargo, la moda, tan vieja y fluctuante como Hollywood, tiene sus detractores. La película fue criticada en Estados Unidos porque, al igual que "Hannibal" hizo con la novela original, omite el final que proponía el escritor para la obra. El filme, que estelarizan Nicolas Cage, Penélope Cruz y John Hurt, está basado en el libro del novelista británico Louis de Bernieres que ha vendido más de dos millones de ejemplares en el mundo y ha sido traducido a 22 idiomas. Es una historia de amor sucedida en la isla griega de Cefalonia en los primeros días de la Segunda Guerra Mundial. El director John Madden no se disculpó por la reestructuración de la novela para la pantalla grande. "Mi pensamiento, y creo que Louis estaría de acuerdo con esto, es que obviamente uno tiene que destilar y desechar", dijo. El autor estuvo de acuerdo con los cortes y poco después de ver el filme aseguró: "Las críticas han sido totalmente irrazonables. Creo que es un filme muy fuerte y activo", pero de todas maneras terminó poniendo algunos reparos: "Sería imposible estar contento con tener a tu propio hijo con sus orejas puestas hacia atrás. Pero estoy feliz por ver que todo lo presentado en el filme es al menos bueno".
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