Managua. - Los nicaragüenses, agobiados por la pobreza que aqueja al país, votaron masivamente ayer por un nuevo presidente, en lo que se anticipa una ajustada contienda entre el ex presidente sandinista Daniel Ortega y el empresario oficialista Enrique Bolaños. El tardío cierre de las mesas y lo lento que se preveía del escrutinio hacían prever anoche que los datos preliminares se tendrían recién hoy. Existía temor al estallido de desórdenes si alguno de los contendientes denunciaba irregularidades en el conteo de votos.
Bolaños, candidato a la presidencia por el oficialista Partido Liberal Constitucionalista, declaró poco después de votar, que vencería con amplia ventaja. "Por lo menos vamos a lograr un 53%, el partido sandinista estará en un 44%. Creo que le sacaremos entre 8 y 9%", indicó el candidato oficialista y duro crítico del régimen sandinista de los años ochenta.
Fuertes demoras se reportaron en la conformación de varias mesas, incluyendo en la que le votó el candidato Daniel Ortega, cuyo gobierno izquierdista desafió a Estados Unidos hace dos décadas. Los primeros resultados parciales de las elecciones, las más reñidas en los últimos años y en las que también se renovará el Parlamento, comenzaron a fluir con cuenta gotas esta madrugada.
Según información suministrada por el Grupo Etica y Transparencia, sólo un 5,9% de las 9.500 mesas habilitadas para sufragar abrieron en tiempo y forma a las 7, hora oficial para el inicio de las presidenciales. Casi el 70% lo hizo una hora más tarde y el resto con casi dos horas de demora.
"Estamos seguros que no habrá hechos de violencia", expresó Ortega antes de votar en Managua, la capital, y agregó que las elecciones son cruciales para lograr una reconciliación en este dividido país. "Vamos a esperar los resultados", subrayó.
Votación tranquila
Unos 2,7 millones de electores fueron convocados para elegir presidente, vicepresidente, 90 diputados a la Asamblea Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano (Parlacen). Las encuestas previas mostraron un empate técnico entre los dos favoritos para ocupar la presidencia por un quinquenio. "Se ve mucho entusiasmo y espero que voten con tranquilidad. Todo esta tranquilo y espero que así se mantenga", aseguró Bolaños, quien anticipó que obtendría ocho puntos de ventaja sobre Ortega.
El ejército y la policía desplegaron unos 16.000 agentes para resguardar los centros de votación, las principales vías y centros energéticos del país durante los comicios, que son vigilados por unos 10.000 observadores, entre ellos 500 extranjeros.
"La gente está esperando varias horas bajo el sol, y en algunos lugares bajo la lluvia, para llegar a votar", expresó por la tarde Gabriel Solórzano, presidente del grupo civil Etica y Transparencia. "Nicaragua es uno de los países con menor nivel de abstencionismo de los países que votan voluntariamente", agregó. (Reuters)